MATEMÁTICAS EN LAS SAGRADAS ESCRITURAS ® © @


La estructura matemática de nuestra Biblia prueba más allá de cualquier duda que fue escrita por un matemático experto. Es imposible que hubiera sido redactada sólo por simples seres humanos. Este patrón numérico se encuentra bajo la superficie de los textos originales en hebreo y griego. La ciencia moderna ha tratado de develar los secretos de la Biblia, así como los científicos descubrieron los secretos del átomo. Esta es indicación adicional de que la Biblia no pudo haber sido escrita por hombres sin la guía y dirección de un Autor Divino.

En estos últimos días cuando las personas están abandonando la Palabra inspirada de Dios en todas partes del mundo y están volviéndose a doctrinas de demonios, estimamos que no puede haber un estudio que más ayude y fortalezca el corazón del cristiano que el tema de la espiritualidad de los números tal como está revelado en la Biblia. 

Es completamente imposible que hombres de mentes, ambientes y circunstancias tan diferentes, separados por cientos de años en el tiempo, hubieran escrito sin ayuda alguna, libros que exhiben todos el mismo diseño numérico maravilloso como un medio para retratar verdades espirituales profundas, las cuales preservan uniformemente el mismo significado.

La espiritualidad numérica prueba que hay una sola solución al problema, y esa solución está dada en la propia Palabra de Dios: Porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo” (2 P. 1:21). El Espíritu Santo fue el único autor y escritor de la Palabra de Dios, desde el principio hasta el fin, a pesar de que fueran muchas las plumas que la registraran por escrito. Todo estudiante concienzudo de la Biblia está absolutamente convencido que en los idiomas originales en que fuera registrada la Escritura, el hebreo y el griego, tenemos las propias palabras de Dios.

Cuán confortador es poder llegar a esta conclusión en estos últimos días de apostasía universal, cuando las propias potencias de los cielos están siendo conmovidas. Cuán maravilloso es poder descansar seguros y confiados en que la Palabra de Dios son las propias palabras del Espíritu Santo. Dios que no sólo planeó y diseñó su creación, sino que también la estructuró matemática y científicamente. La estructura matemática en el capitulo 1 de Génesis en el texto original hebreo es algo que maravilla, exhibiendo la huella indeleble del Matemático Experto que puso su sello en él. Hay ciertas reglas y leyes que gobiernan la aritmética bíblica y ellas son:

• Todos los números simples del 1 al 40 tienen un significado espiritual. Mientras que sólo a un cierto grupo de esos mayores de 40 se les puede aplicar un significado espiritual.

• Los números compuestos de estos números, es decir sus múltiplos, generalmente portan el mismo significado espiritual sólo que intensificado.

• Los números que se forman cuando se suman dos cifras simples, usualmente portan los dos significados expresados juntos, portando una importancia espiritual más profunda.

• Cuando un número compuesto es divisible por varios factores, usualmente se encuentra que su verdad espiritual está oculta en los factores simples, es decir, en esos que son indivisibles.

• El primer uso de los números en la Escritura casi invariablemente nos da la clave de su significado espiritual.

• Una verdad espiritual no parece ser evidenciada en cada lugar en que aparece el número.

• Los números comunican verdades espirituales por los menos en tres maneras:

(a) Por el uso actual del número.

(b) Por el número de veces que el Espíritu Santo usa una palabra especial o frase.

(c) Por la gematría o valor numérico de una palabra o frase.

• Considere además esto: En el primer capítulo Dios dice 7 veces que lo que había creado era bueno”, en los versículos 1, 10, 12, 18, 21, 25 y 31.

• El verbo hacer” también aparece 7 veces en relación con actos creativos específicos de Dios. En Génesis 1:7, 16, 25, 26, 31, 2:2 y 3.

• En el capítulo 1 de Génesis el cielo” está mencionado 7 veces. En los versículos 7, 16, 25, 26, 31, 2:2 y 3.

• El propio Dios como creador es mencionado 35 veces, 5 veces 7, en el relato de la creación desde Génesis 1:1 hasta Génesis 2:4.

Ahora con estas reglas en mente vamos a proceder con nuestro estudio. Son incontables los ejemplos. La gematría es un sistema mediante el cual cada letra tiene un valor numérico. Como los antiguos no tenían símbolos para expresar los números, a cambio usaban las letras del alfabeto. Los romanos empleaban solamente seis de tales letras. La M que hoy se utiliza para expresar el número 1.000 no se empleó en principio, sino que su uso es relativamente reciente. Las letras usadas por los romanos eran:

I = 1 V = 5 X = 10

L = 50 C = 100 D = 500

Sin embargo, los hebreos y los griegos fueron más allá que los romanos y emplearon cada letra de su alfabeto para expresar una cifra. Es decir que sus alfabetos tenían un propósito doble. Las letras eran para formar palabras, pero también servían como números, de esa forma eran empleadas en la aritmética, tal como hoy nosotros hacemos uso del sistema arábigo.

Por ejemplo, la letra a” en griego, siempre representaba el 1”, la b” el 2” y así sucesivamente hasta llegar al 10, después del 10 se continuaba contando por decenas y luego con las centenas. Es así como cualquier palabra en griego o hebreo puede expresarse en números al reemplazarla por la cifra correspondiente. La suma del valor numérico de cada letra daba la gematría o valor numérico de la palabra.

Estos valores numéricos son a menudo muy significativos y no dejan duda en la mente de quien estudia el tema muy cuidadosamente, que el Espíritu Santo usó la aritmética oculta para probar la verdad de la Palabra de Dios. A continuación los valores numéricos de los alfabetos griego y hebreo, es decir, el número que representa cada una:

Hebreo

Aleph 1, Beth 2, Gimel 3, Daleth 4, Hei 5, Vav 6, Zain 7, Cheth 8, Teth 9, Yod 10, Chaph 20, Lamed 30, Mem 40, Nun 50, Samech 60, Ayin 70, Phe 80, Tsaddi 90, Kooph 100, Resh 200, Scheen 300, Tav 400.

Griego

Alfa 1, Beta 2, Gamma 3, Delta 4, Épsilon 5, Zeta 6, Eta 7, Theta 8, Iota 9, Kappa 10, Lambda 20, My 30, Ny 40, Xi 50, Ómicron 60, Pi 70, Rho 80, Sigma 90, Tau 100, Ípsilon 200, Fi 300, Ji 400, Psi 500, Omega 600.

Los números, el código secreto de la Palabra de Dios:

Los números son el código secreto de la Palabra de Dios. Cualquier estudiante devoto de la Biblia con penetración espiritual puede ver esto claramente. Dios ha sido llamado El Maestro Supremo de las Matemáticas y el Gran Geómetra, quien ha hecho todo de acuerdo a un plan y por un número, peso y medida. Dios es el autor de la Escritura y el creador del universo, entonces su Palabra y sus obras deben, y de hecho armonizan.

En Apocalipsis 13:18 el Señor revela una clave para el significado de los números. 

El Salmista al hablar de Dios dijo: "El cuenta el número de las estrellas” (Sal. 147:4,5).

Luego en Isaías 40:25 y 26, Dios dice: "Él saca y cuenta su ejército".

Y Jesús le dijo a sus discípulos:  "vuestros cabellos están todos contados” (Mt. 10:30).

¿Por qué los números 7 y 10 aparecen tan a menudo en los libros proféticos de Daniel y Apocalipsis si no tienen significado? ¿Por qué el número 3 está asociado tan a menudo?

La Biblia, desde el principio hasta el fin, es un libro construido sobre un vasto sistema numérico el cual está entretejido con las doctrinas de la Palabra de Dios. Un sistema tan vasto no puede ser contradicho. El acuerdo y la armonía de los diferentes escritores, desde un extremo de la Biblia hasta el otro sobre el significado de números tales como 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11 y 12 y sucesivamente, ofrecen un argumento en favor de la Palabra de Dios que es imposible de refutar.

Si los varios escritores de la Biblia no hubieran sido guiados por una mente maestra, por Ese que nunca comete errores y cuyo conocimiento y sabiduría abarca los eventos de los tiempos, en algún momento los varios escritores de los diferentes libros, hombres que vivieron en tiempos tan diferentes, y lo más importante que nunca llegaron a conocerse, se habrían contradicho.

La precisión con que todos los números en la Biblia se acoplan en sus lugares es la mayor prueba de la intervención del poder sobrenatural y sabiduría de Dios. ¿Cree usted que un grupo de hombres podía haber diseñado tal sistema de números y hacer que los mismos armonizaran en la Biblia de principio a fin? Dejemos que el ateo, el modernista o el agnóstico explique esto. Ante la sabiduría del Todopoderoso, quien diseñó este sistema de números, la mente de la persona humana es nada.

Los sistemas numéricos se encuentran en toda la creación. Por ejemplo, cada copo de nieve está compuesto de cristales construidos sobre un plan simétrico definido. Si los hombres le colocan a los billetes de dólares un hilo entretejido en el papel para prevenir la falsificación, ¿por qué Dios no iba a poner características en su Libro para probar que el mismo era inspirado?

A continuación vamos a examinar los números importantes de la Palabra de Dios y a descubrir su mensaje revelado en cada número que abrirá nuestro entendimiento y nos bendecirá con las verdades profundas de la Palabra de Dios.   Para demostrar la veracidad de la aritmética bíblica.

Tenemos 7 grandes masas terráqueas: Europa, Asia, África, América del Norte, América Central, América del Sur, Australia y Antártica.

Dios también juntó las aguas en mares. De acuerdo con la Enciclopedia Británica hay siete mares: Pacífico Norte, Pacífico Sur, Atlántico Norte, Atlántico Sur, Índico, Ártico y Mediterráneo.

Los patrones numéricos en el reino vegetal son tan numerosos que es imposible discutirlos en mucho detalle en este breve estudio. Los granos en el maíz indio están siempre arreglados en hileras pares, nunca en números impares. Las hojas están arregladas en el tallo en un orden tan perfecto que cada hoja está exactamente paralela a la primera hoja del tallo. En el manzano es la quinta hoja, en el roble la cuarta, en el peral la sexta, etc. En las plantas endógenas, las que se mantienen dentro de la casa, el número prevalente es el 3, mientras que en las exógenas, las plantas del exterior, el número prevalente es el 5. Cada bellota, cada fruta, cada hoja, cada brizna de hierba crece en conformidad con un diseño matemático exacto.

Un mes lunar, el tiempo que necesita la Luna para girar alrededor de la Tierra, es de 28 días, o lo que es lo mismo 4 veces 7.

La distancia de la Tierra a la Luna es 238.000 millas, 34.000 veces 7.

El diámetro de la Luna es 2.100 millas, 300 veces 7.

El Sol, el cual también fue creado el cuarto día, no sigue el patrón del 7, sino el patrón numérico de la divinidad, el número 3. Tal vez la razón particular para que el Sol ocupe este lugar particular en el designio matemático es que sin Dios el creador no habría vida. De la misma manera sin el Sol toda la vida sobre la Tierra se extinguiría en cosa de horas, unos pocos días cuando mucho. Dios quien también es luz, hizo el Sol para que reinara en el día.

La distancia del Sol a la Tierra es 93 millones de millas, o lo que es lo mismo 31 millones de veces 3.

La relación de la ley de gravedad de Newton entre el Sol y la Tierra es 2 veces 10 gramos a la 33ava potencia, 11 veces 3; ó 2 veces 10 toneladas a la 27ava potencia, 9 veces 3.

La masa del Sol es 333.000 veces más que la de la Tierra, es decir, 111.000 veces 3.

La Tierra es el tercer planeta en orden en el sistema solar. Le da la vuelta al Sol a una velocidad de 66.000 millas por hora, 22.000 veces 3.

Nuestro sistema solar tiene  planetas que giran alrededor del Sol, 3 veces 3.

El Sol cruza el equinoccio vernal en la primavera, en el tercer mes, el 21 de marzo, 7 veces 3.

Y cruza el equinoccio otoñal en septiembre, el noveno mes, 3 veces 3, el día 21, 7 veces 3.

En todas las formas de vida creadas por Dios en el sexto día, también encontramos un patrón matemático. Este patrón de 3 y 6 se encuentra en los insectos. Consideremos por ejemplo la abeja:

La abeja obrera llega a su madurez a los 21 días, 7 veces 3.

Trabaja durante 3 días después de salir de la celdilla.

El zángano alcanza su madurez en 24 días, 8 veces 3.

El cuerpo de la abeja está dividido en 3 partes: Cabeza y dos estómagos.

La abeja tiene 3 ocelos u ojos simples, en triángulo en la parte superior de la cabeza.

Los ojos compuestos están formados de aproximadamente 3.000 ocelos, 1.000 veces 3.

La reina va depositando en cada celdilla un huevo alargado y se calcula que diariamente pone unos 3.000 huevos, 1.000 veces 3.

Cada ojo tiene 6 lados, 2 veces 3.

Su perfecta organización social está dividida en 3 clases: La reina, las obreras y los zánganos.

Como todos los insectos, la abeja tiene 6 patas, 2 veces 3.

El huevo de la reina es incubado por 3 días.

Se le alimenta en 9 días, 3 veces 3.

Alcanza la madurez en 15 días, 5 veces 3.

El reino animal reintroduce el número 7. El período de gestación de algunos animales es como sigue:

El del ratón es 21 días, 3 veces 7.

El del conejo y la rata 28 días, 4 veces 7.

El del gato es 56 días, 8 veces 7.

El perro 63 días, 9 veces 7.

El león 98 días, 14 veces 7.

La oveja 147 días, 21 veces 7.

La gallina incuba sus huevos en 21 días, 3 veces 7.

Los patos en 42 días, 6 veces 7.

El período de gestación del ser humano es 280 días, 40 veces 7.

Según el libro Números en la Escritura, existe evidencia médica de que el pulso del hombre late más lento en el séptimo día que en los seis días previos. De ser esto cierto, ésta es una señal de Dios, que el hombre debe tomar un día para recordar a su Creador y esperar con interés ese día celestial de reposo para todos los que están en Jesucristo.

¿Qué inventor de un mito iba a ponerse en el trabajo de diseñar un patrón matemático tan intrincado y complicado para entre-tejerlo en el relato de la creación registrado en la Biblia e imprimirlo además, en forma indeleble en todas las cosas creadas? No hay forma posible de que el relato del Génesis pueda ser un mito. Todo tuvo que haber ocurrido tal como Moisés lo registró en los 3 primeros capítulos del Génesis. Dios es indudablemente el Experto en Matemática del universo.

Dios, el maestro supremo de la política
La Biblia establece las bases de las matemáticas, desde Génesis hasta Apocalipsis. La estructura numérica de la Biblia prueba que no se trata de un simple libro escrito hace cientos de años por diferentes autores, sino que declara que su autor es el propio Dios, quien a través de su Santo Espíritu le reveló a cada autor lo que debía escribir.

Uno de los estudios más interesantes relacionados con la estructura de la Escritura es que de acuerdo con los valores numéricos en hebreo y griego, cada letra, palabra, frase o pasaje tiene un valor numérico definido o suma. Los hebreos y los griegos no usaban cifras como el 1, 2 ó 3 para citar los números, sino que empleaban las letras del alfabeto. En hebreo y griego, por ejemplo, si se deseaba escribir 1, se anotaba la primera letra del alfabeto, si era 2, la segunda y así sucesivamente. Cada letra del alfabeto podía ser usada alternativamente como letra o como número.

Debido a que cada letra tenía un valor numérico, cada palabra, frase u oración tenía un valor numérico total. Esta suma se obtenía añadiendo los valores de cada una de las letras en la palabra, frase u oración en particular. La palabra más importante en la Biblia es el nombre de Jesús. En griego Jesús se deletrea I-E-S-O-U-S y su valor es como sigue:

I = 10
E = 8
S = 200
O = 70
U = 400
S = 200
888

Cada número de la Escritura es importante, de otra manera no se encontraría allí, ya que cada palabra, jota y tilde que se encuentra en los textos originales, fueron inspirados por Dios. Por otra parte, cuando leemos el libro de Apocalipsis descubrimos que el número de Satanás o del Anticristo es 666, por lo tanto, el número del Señor Jesucristo debe encerrar un significado aún mucho más profundo.

Ahora consideremos el patrón numérico del primer versículo de la Biblia. A continuación examinaremos las palabras Dios, cielos y tierra, los 3 sustantivos más importantes que figuran en este primer versículo de Génesis, de los cuales uno es sujeto y los otros 2 complementos. Los valores numéricos de estas palabras son respectivamente: 86, 395 y 296 y si los sumamos totalizan exactamente 777, 111 veces 7. Si se cambiara cualquiera de estas palabras se alteraría inmediatamente el patrón numérico. El valor de la palabra  de este versículo es 203, 29 veces 7.

En los primeros 17 versículos del capitulo 1 del Evangelio de Mateo en los que figura la genealogía de Jesús, encontramos también un patrón matemático maravilloso. El valor numérico de todas las palabras en griego que componen los 17 versículos suman 42.364, o lo que es lo mismo 6.052 veces 7. Nuevamente observamos que si se cambiara una sola palabra se alteraría de inmediato el patrón numérico trazado en ellos.

Asimismo todas las palabras registradas en Mateo 1:18-25 concernientes al recuento del nacimiento del Señor Jesucristo, suman 77, pero lo más asombroso es descubrir que el valor numérico de esas 77 palabras es exactamente 51.247, 7.321 veces 7. Si variáramos o suprimiéramos cualquier palabra de estos versículos se trastornaría este patrón. El ángel que le habló a José expresó 28 palabras y la suma del valor de estas letras es 21.042, 3.006 veces 7. Asimismo en el capítulo 2 de Mateo en donde figura el recuento de la infancia del Señor Jesucristo, el número total de palabras que se usaron fue 161, 23 veces 7 y la suma total de esas palabras es 123.529, 17.647 veces 7.

También encontramos trazado un patrón numérico en los nombres de esos santos hombres que registraron la palabra de Dios, tal como les fue revelada. Los autores del Antiguo Testamento fueron 21, 3 veces 7. El valor numérico de esos 21 nombres hebreos, suma exactamente 3.808, 544 veces 7. De esos 21 escritores, 7 son mencionados en el Nuevo Testamento y el valor numérico de sus nombres es 1.554, 222 veces 7.

El nombre de David figura en casi todos los libros del Antiguo Testamento, está citado 147 veces, 21 veces 7. El nombre de Moisés aparece en la Escritura 847 veces, 121 veces 7 y el del profeta Jeremías 147, 21 veces 7, en 7 libros del Antiguo Testamento.

Desde el punto de vista humano este intrincado y complicado patrón numérico sólo pudo originarse de dos maneras posibles, o es el resultado de una coincidencia increíble o fue trazado, determinado y calculado por cada uno de los autores de los libros de la Biblia. Sin embargo, esta última alternativa es imposible, porque en primera instancia los escritores de la Biblia vivieron en siglos diferentes y segundo, que cada uno habría necesitado de sofisticadas computadoras para poder computar y conservar este patrón numérico. La respuesta obvia es que Dios instruyó a los escritores del Antiguo y Nuevo Testamentos a través de su Santo Espíritu, ordenándoles lo que debían escribir. Esos miles de complicados patrones matemáticos sólo pudieron haber sido trazados por el Maestro Supremo de las matemáticas, por Dios mismo.

Sin duda habrán algunos escépticos que dirán que todo es producto de la casualidad pero consideremos las posibilidades en contra y a favor de que los patrones matemáticos trazados en Génesis 1:1 y Mateo 1:1-17, hubieran ocurrido por accidente. Sólo hay un número entre 7 que es múltiplo de 7, o sea que los otros 6 números no pueden ser 7, por lo tanto la probabilidad de que aparezca un 7, es de una entre 7. Según la ley de las probabilidades, la posibilidad de que 2 números sean múltiplos de 7, es de una en 7 veces 7, o sea una entre 49. La posibilidad de que 4 números sean múltiplos de 7, es de una en 2.401. Ahora si consideramos 10 números como múltiplos de 7, las posibilidades serían de una en 282.475.249. La posibilidad de que 24 factores sean múltiplos de 7, sería de una en 199 quintillones, 581.000 billones, 380.536 millones, 414.401. Hay miles de pasajes en la Biblia en los que encontramos más de 100 patrones numéricos en la estructura de un texto. Calcular la probabilidad de que esto ocurra por accidente abrumaría de trabajo incluso hasta la computadora más sofisticada de este siglo.

Supóngase que lleva en los brazos un talego con 24 naranjas y que súbitamente se le cae al suelo mientras se encuentra en la cocina. Cuando las naranjas dejan de rodar por el suelo usted descubre que se hallan acomodadas en 4 hileras de 6 naranjas cada una, perfectamente simétricas y equidistantes. Las probabilidades de que tal cosa pueda ocurrir son astronómicas, iguales a las de encontrar 24 pasajes en la Escritura cuyo valor numérico sea divisible por 7.

Seres humanos sencillos como Mateo, Marcos, Lucas o Juan habrían necesitado de toda la vida para poder determinar, diseñar y escribir a propósito un solo capítulo que estableciera y conformara este patrón matemático. El doctor D. B. Turney relata que trató de construir un pasaje que exhibiera esta misma característica numérica y concluyó diciendo: «Le di valores numéricos a las letras del alfabeto inglés y traté de redactar un pasaje que se ajustara a este patrón, es decir, que cada sección fuese múltiplo de 7, me valí de todos los recursos de la aritmografía bíblica, sin permitir, claro está, que el pasaje careciera de sentido. Después de trabajar por varios días no pude lograrlo. Sin embargo, esta característica se cumple en cada uno de los miles de pasajes bíblicos, sin el más mínimo esfuerzo visible».

Estos diseños fenomenales no sólo están confinados al texto de pasajes individuales de la Biblia, sino que porciones separadas de la Escritura están entrelazadas en patrones perfectos e intrincados. Esas palabras especiales que aparecen en algunos libros de la Biblia forman también una asombrosa cadena de diseños colmada de infinidad de características numéricas. Por ejemplo el diseño numérico de los nombres de los escritores de la Biblia se extiende a través de toda la Escritura. El descubrimiento de tal cadena de vocablos requiere una búsqueda cuidadosa, palabra por palabra en todos los libros de la Biblia.

Por ejemplo el doble diseño de 7 en el nombre de Moisés no pudo haber sido planeado por los escritores de la Biblia. Nuevamente es importante recordar que esos autores no vivieron en la misma época, sino que la existencia de todos estuvo comprendida en un período de 1.600 años y que incluso sólo unos pocos tuvieron la oportunidad de conocer a otros. Además se trataba de personas de diferentes estratos sociales y culturales, algunos carecían por completo de instrucción y otros sólo tenían muy poca. ¿Cómo pudo saber el apóstol Juan, quien viviera 1.500 años después de Moisés, que sólo tenía que mencionar el nombre de Moisés una vez en el libro de Apocalipsis para cumplir el diseño numérico perfecto trazado en él a través de toda la Biblia?

Este únicamente es un ejemplo entre las miles de cadenas de complicados diseños que se encuentran en cada pasaje de la Biblia. Cada una de las palabras de la Escritura está asociada o conectada a un patrón continuo, y todos esos intrincados diseños matemáticos forman el más grandioso de los planes. La verdad más maravillosa de todo esto es que el patrón numérico de las Escrituras demuestra que el Antiguo Testamento está unido con el Nuevo, lo cual debería ser prueba suficiente para que los judíos aceptasen que el Nuevo Testamento es el cumplimiento del Antiguo y que el Señor Jesucristo es en hechos y palabras el Mesías prometido por Moisés, Daniel y todos los profetas del Antiguo Testamento.

Las mentes de los hombres más inteligentes que han vivido sobre la faz de la tierra serían incapaces de trazar este sublime patrón matemático. Ningún ser humano es capaz de concebir los medios para unir por completo, en un todo, la Palabra de Dios. Esto sólo pudo hacerlo su autor, Dios mismo, la Inteligencia Suprema del universo. El número de palabras que aparecen en el Evangelio de Mateo y que no figuran en los otros 26 libros del Nuevo Testamento, revelan patrones matemáticos tan profundos que nos asombra hasta hacernos estremecer con temor reverente. Pero... ¿Cómo pudo saber Mateo el número exacto de palabras que tenía que escribir para completar este patrón? Para que Mateo por sí solo hubiera podido hacer esto habría necesitado tener consigo los otros libros del Nuevo Testamento, incluso esos que todavía no se habían escrito, las epístolas que redactara Pablo mientras estaba prisionero, las 3 epístolas de Juan y el libro de Apocalipsis.

La Biblia es completamente diferente a cualquier otro libro en el mundo, incluyendo El Corán, el libro sagrado de los musulmanes, los escritos religiosos de los hindúes y budistas o cualquier otro libro. La infalible estructura numérica de la Biblia demuestra que es el único libro en la tierra escrito por una inteligencia suprema, superior a la de cualquier hombre. La Biblia no es el trabajo de muchas personas, sino de una mente soberana. El diseño que exhibe en cada una de sus palabras es prueba absoluta de que toda ella es producto de un autor único, que cada palabra del Antiguo y Nuevo Testamentos fue escrita por la misma mente suprema que planeó todas las cosas desde la fundación del mundo: Dios el creador, aquel que dijera: "Sea la luz; y fue la luz" (Gn. 1:3).

De hecho, cualquier persona por muy escéptica que sea, si analiza todo esto con una mente abierta, tendrá que admitir honestamente, aunque no lo haga abiertamente, que la inteligencia que planeó y redactó la Biblia es divina, sobrenatural. Que tuvo que haber sido redactada por un diseñador supremo, por el Maestro Supremo de las matemáticas, por eso ella misma declara: "Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar" (2 Ti. 3:16,17).

La evidencia de hechos es tal, que no existe crítico que pueda hacerles frente exitosamente. La geometría demuestra por simple inspección que los dos ángulos de la base de un triángulo isósceles son iguales, es algo que no admite discusión. La inspiración de la Biblia está demostrada por medio de la precisión absoluta y matemática que encierra. Esta evidencia abrumadora hace añicos todos los argumentos de ateos y agnósticos. La Escritura, respaldada por este indiscutible diseño científico y matemático, proclama en términos claros y precisos, que Dios, el creador del universo envió al Señor Jesucristo, quien se engendró por obra del Espíritu Santo, en el vientre de una virgen para morir por los pecados de todos los que le aceptan y reciben como Señor y Salvador.

Patrones matemáticos en la Palabra de Dios

Ya hemos discutido acerca de los complicados e intrincados patrones numéricos trazados en los textos originales en hebreo y griego del Antiguo y Nuevo Testamentos. Esos diseños matemáticos que saturan la Escritura desde Génesis hasta Apocalipsis prueban que la Biblia no provino de la mente de simples seres humanos, sino que fue inspirada por Dios a través de su Santo Espíritu.

¡De qué forma asombrosa, Dios el maestro supremo de las matemáticas, el autor de los números nos enseña las maravillas de sus obras!

Cuando el hombre salía fuera de su hogar y observaba el cielo y al medio que lo rodeaba, no tenía idea alguna del mundo moderno tal como lo conocemos hoy. Todavía Copérnico no había abierto sus ojos al vasto significado del universo. Para la humanidad el mundo era una gran superficie plana con:

4 puntos cardinales: norte, sur, este y oeste.
4 estaciones: verano, otoño, invierno y primavera.
4 elementos primarios de la naturaleza: tierra, aire, agua y fuego.
4 divisiones en el día: mañana, mediodía, tarde y noche.
4 fases lunares: llena, cuarto creciente, cuarto menguante y nueva.
4 reinos: mineral, vegetal, animal y espiritual.

 Siete, el número perfecto

Cuando el hombre comenzó a analizar y a combinar números, desarrolló otros símbolos interesantes. Tomó el número del mundo perfecto, el 4, y le añadió el número divino perfecto, el 3, fue así como obtuvo el 7. Aquí vemos a la tierra representada por el número 4 coronada por el cielo, el 3. Es así como tenemos el número de la perfección espiritual de lo completo. Hay: 

7 notas en la escala musical: do, re, mi, fa, sol, la, sí.
7 colores en el espectro: rojo, anaranjado, amarillo, verde, azul, añil y violeta.
7 días en la semana: domingo, lunes, martes, miércoles, jueves, viernes y sábado.

En el libro de Apocalipsis se mencionan:
7 iglesias,
7 sellos,
7 trompetas,
7 copas,
7 personajes en el capítulo 12,
En Apocalipsis se menciona al “Cordero”, el Señor Jesucristo, 28 veces, 4 veces 7.
Hay 7 palabras en mayúsculas en Apocalipsis 19:16: “REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES”.
Hay 7 milagros en el evangelio de Juan:
• El milagro de las bodas de Caná en donde Jesús transformó el agua en vino.
• La curación del hijo de un noble.
• La curación del paralítico.
• La alimentación de cinco mil.
• Cuando Jesús caminó sobre el agua.
• La curación del ciego de nacimiento.
• La resurrección de Lázaro.

Hay 7 dispensaciones:
• De la inocencia.
• De la conciencia.
• Del gobierno humano.
• De los patriarcas o la promesa.
• De la ley.
• De la gracia.
• Del reino o del milenio.

 Cuarenta: Pruebas

Este número ha sido reconocido universalmente como una cifra importante, tanto por la frecuencia con que aparece como por la uniformidad de su asociación con un período de prueba. Es el producto de 5 por 8 y señala a la acción de la gracia representada por el 5, culminando en el re-avivamiento el 8. Este es exactamente el caso cuando el 40 se relaciona con un período de prueba evidente. Pero cuando se relaciona con la extensión de dominio o con el gobierno extendido o renovado, entonces lo hace en virtud de sus factores 4 y 10, y en armonía con el significado de estos números.

Este número se halla mencionado 146 veces en la Biblia. Hay 15 de tales períodos de prueba que aparecen en la superficie de la Escritura y los cuales pueden ser clasificados así:

• Cuarenta años de pruebas: "Cuarenta años de Israel en el desierto"  (Dt. 8:2).

• Cuarenta años de prueba por prosperidad en liberación y descanso: Bajo Otoniel: "Y reposó la tierra cuarenta años; y murió Otoniel hijo de Cenaz" (Jue. 3:11).

Bajo Barac: "Y la tierra reposó cuarenta años" (Jue. 5:31).

Bajo Gedeón: "Y reposó la tierra cuarenta años en los días de Gedeón" (Jue. 8:28).

• Cuarenta años de prueba por prosperidad en extensión de dominio: Bajo David: "Era David de treinta años cuando comenzó a reinar, y reinó cuarenta años" (2 S. 5:4).

Bajo Salomón: "Los días que Salomón reinó en Jerusalén sobre todo Israel fueron cuarenta años" (1 R. 11.42).

Bajo Jeroboam II: "Y reinó cuarenta... años" (2 R. 14:23).

Bajo Joás: "De siete años era Joás cuando comenzó a reinar, y cuarenta años reinó en Jerusalén" (2 Cr. 24:1).

• Cuarenta años de prueba en humillación y servidumbre: Israel bajo los filisteos: "Los entregó en mano de los filisteos por cuarenta años" (Jue. 13:1).

Israel en el tiempo de Elí: "Y aconteció que cuando él hizo mención del arca de Dios, Elí cayó hacia atrás de la silla al lado de la puerta, y se desnucó y murió; porque era hombre viejo y pesado. Y había juzgado a Israel cuarenta años" (1 S. 4:18).

Israel bajo Saúl: "Luego pidieron rey, y Dios les dio a Saúl hijo de Cis, varón de la tribu de Benjamín, por cuarenta años" (Hch. 13:21).

• Cuarenta años de prueba en espera: Moisés en Egipto: "Cuando hubo cumplido la edad de cuarenta años, le vino al corazón el visitar a sus hermanos, los hijos de Israel" (Hch. 7:23).

Moisés en Madián: "Pasados cuarenta años, un ángel se le apareció en el desierto del monte Sinaí, en la llama de fuego de una zarza" (Hch. 7:30).

Hay ocho grandes períodos de prueba revelados en la Palabra de Dios.

Moisés estuvo en el monte Sinaí 40 días y 40 noches recibiendo la ley: "...y estuvo Moisés en el monte cuarenta días y cuarenta noches" (Ex. 24:18). Mientras él se encontraba allí el pueblo se tornó impaciente y le dijo a Aarón: "Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, el varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido" (Ex. 32:1).

Aarón entonces les hizo un becerro de oro y por esta acción el pueblo de Israel estuvo bajo 40 días de prueba, y sobre ese tiempo dice Moisés: "Cuarenta días y cuarenta noches estuve postrado" (Dt. 9:25).

Después de eso fueron probados 40 años en el desierto: "Conforme al número de los días, de los cuarenta días en que reconocisteis la tierra, llevaréis vuestras iniquidades cuarenta años, un año por cada día; y conoceréis mi castigo" (Nm. 14:34).

Elías pasó 40 días en Horeb después de su experiencia en el monte Carmelo: "Se levantó, pues, y comió y bebió; y fortalecido con aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de Dios" (1 R. 19:8).

Jonás predicó que vendrían 40 días de juicio sobre la ciudad de Nínive: "Y comenzó Jonás a entrar por la ciudad, camino de un día, y predicaba diciendo: De aquí a cuarenta días Nínive será destruida" (Jon. 3:4).

Ezequiel estuvo acostado 40 días sobre su lado derecho para simbolizar los 40 años de la transgresión de Judá: "Cumplidos éstos, te acostarás sobre tu lado derecho segunda vez, y llevarás la maldad de la casa de Judá cuarenta días; día por año, día por año te lo he dado" (Ez. 4:6).

Nuestro Salvador fue tentado durante 40 días en el desierto: "Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto por cuarenta días, y era tentado por el diablo..." (Lc. 4:1,2a).

Jesús estuvo apareciéndoseles a sus discípulos durante 40 días hablándoles de las cosas pertenecientes al reino: "A quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios" (Hch. 1:3).

Las decenas de millares

Las decenas de millares en la Biblia representan cantidades innumerables, están citadas en el libro de Judas y en Hebreos 12:22. En 1 Tesalonicenses 3:13, que habla sobre la venida del Señor con todos sus santos, en el texto original griego quiere decir «decenas de millares».

Otros datos

Versículos de la Biblia, cuyo números de palabras, es el mismo correspondiente a su Capítulo, y a su Versículo. Ejemplo: 

Antiguo Testamento. Génesis 16:16, con 16 Palabras. Génesis 30:30, con 30 Palabras. Deuteronomio 29:29 con 29 Palabras. 2da de Reyes 16:16 con 16 Palabras. Job 10:10 con 10 Palabras. Isaías 28:28 con 28 Palabras. 

Nuevo Testamento: Mateo 20:20 con 20 Palabras. Marcos 10:10 con 10 Palabras. Lucas 22:22 con 22 Palabras. Hechos 8:8 con 8 Palabras. Hechos 24:24 con 24 Palabras. Romanos 12:12 con 12 Palabras. Romanos 16:16 con 16 Palabras. y Apocalipsis 18:18 con 18 Palabras.

  el versículo que esta exactamente dividiéndola esta en el Salmo 118:8-9 y que este tiene a su lado izquierdo el Salmo 117 y el Salmo 119 (siendo este par) el Salmo 117 el mas pequeño y el 119 el mas grande a la vez.

En la Biblia se hace referencia a muchos eventos y situaciones actuales:

Viajes y conocimiento: Daniel 12:4
- Carrera espacial: Abdias 1: 4
- Transporte mecánico: Nahum 2: 4
- Guerra: 2 Pedro 3:10-12
- El establecimiento de Israel como nación en 1948: Ezequiel 36 y 37
- Medios de comunicación masiva: Apocalipsis 11:9
- Huelgas y desocupación: Zacarias 8:10
- Rearme mundial: Joel 3: 9-10.

Esto nos demuestra que, definitivamente, estamos en los últimos tiempos.

La Biblia es el libro mas leído, publicado y traducido a más idiomas y formatos, a parte de ser el primer libro imprimido y el primer libro leído en el espacio. Al mismo tiempo ha sido el libro más perseguido de toda la historia.

La Frase "Manos a la Obra" es totalmente Bíblica y la vemos en 1ª de Cronicas; 22:16.

Los nombres mas largos en la Biblia son: Beerot-bene-jaacan Dt. 10:6.Y Maher-salal-hasbaz. Isaías 8:1.

La exclamación famosa de ¿Quién como Dios? es totalmente Bíblica y la vemos en Salmo 35, 10.

Desde el Antiguo Testamento ya estaba escrito en La Biblia que el hombre haría lo que se llaman "Una Carrera Espacial". Esto lo podemos ver en Amós 9:2 y Abdías 1:4. 

Los versículos mas cortos de la biblia se encuentran en Éxodo 20:13 (AT) y en Juan 11:35 (NT); "No matarás" y "Jesús lloró" respectivamente. La verdad que Éxodo 10:13 es el mas corto, ya que "No matarás" contiene 9 letras y "Jesús lloró" tiene 10 letras.

La Biblia fue escrita en 3 idiomas a saber: Hebreo, Arameo y Griego y se tardo alrededor de 16 siglos su formación, comenzó en el año 1.500 a de Cristo y se término en las postrimerías del siglo I de nuestra era. Este libro pasa a ser el mas vendido de todos los libros en todos los tiempos.

La Biblia contiene unas 3573 promesas.

La Biblia Católica tiene 1328 capítulos.

La Biblia Protestante tiene 1189 capítulos.

El versículo que esta exactamente dividiéndola esta en el Salmo 118:8-9 y que este tiene a su lado izquierdo el Salmo 117 y el Salmo 119 (siendo este par) el Salmo 117 el mas pequeño y el 119 el mas grande a la vez.

Finalmente, hay que concluir afirmando que el patrón numérico trazado en las Escrituras prueba sin lugar a dudas su origen divino y proclama la autoridad de su autor: Dios el gran geómetra, el maestro supremo de las matemáticas y de todas las ciencias juntas de ver y por haber"., Cfr. Matemáticas en las Sagradas Escrituras, Extractos escogidos.

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