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DIOS, UNO Y TRINO EL GRAN PROTAGONISTA Y SATANÁS EL GRAN ANTAGONISTA

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Como hemos visto Dios, Uno y Trino por medio de la creación, por medio de las sagradas escrituras y por medio de los sacramentos nos ha ido hablando calladamente. Casi todas las personas, al observar todo este multi-universo anterior, han descubierto y siguen descubriendo en él signos de su presencia innegable.

“Dios creando y conservando el universo ofrece a los hombres en la creación un testimonio perenne de sí mismo (“Dei Verbum”, # 3 ).

Dios, Uno y Trino se revela o se comunica con la persona humana a través de lo más simple y obvió: sus tres anteriores Obras Maestras. Por eso decimos que Él se revela en la historia y en la cultura. Podemos distinguir aquí tres tipos de acción y revelación del Sumo Creador:

-Primero: Dios, Uno y Trino se revela en el santuario de la conciencia.
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-Segundo: Dios, Uno y Trino se muestra en todo lo noble, justo, verdadero, de acuerdo con la dignidad de la persona humana y de la igualdad de toda la comunidad humana.
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-Tercero: Dios, Uno y Trino se manifiesta en los esfuerzos de tipo religioso que son apertura a Él.
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En estas tres dimensiones se perciben las semillas del LOGOS, sembradas en el alma y en la cultura de la persona humana.

Nuestro Padre Celestial o Papá Dios nos habla a través de la creación visible e invisible y de la historia o cultura, que son sistemas de signos que hemos de descifrar profundamente con cada una de las letras del Alfabeto Hebreo.

Cada religión como la católica es un modo de leer e interpretar esos signos. Cada cultura tiene su modo peculiar de descubrir libremente la presencia de Dios, Uno y Trino en el Multi-Universo. Y la Santísima Trinidad se complace en esa inmensa variedad, para suscitar la creatividad de la persona humana; pero está presente para guiarla y salvarla, mediante un profundo diálogo de amor.

Podemos decir que nuestro Padre Celestial o Papá Dios o Abbá utiliza un idioma multi-universal que todas las criaturas de la creación pueden entender de una o otra manera. No cabe duda: la creación universal, la historia universal y la cultura universal son signos del idioma propio de la Primera Persona de la Santísima Trinidad, como Sumo Creador. Las Sagradas Escrituras no contienen las Palabras del Padre Celestial; las Sagradas Escrituras son las Palabras de Él; no hay más Sagradas Escrituras que el Antiguo, el Nuevo Testamento y su texto Codificado. Y todo en Clave y Llave Tres.

Si nosotros les preguntamos: ¿Qué son estas figuras o los Trímeros de Vitaly Efimov? Obtendríamos un sinfín de respuestas, pero ninguna tan fascinante como la que les vamos a escribir a continuación. Existen tríadas desde los mismos días de nuestros primeros padres Adán y Eva.  Tan es así que en la India existe un concepto parecido, el Trimurti. Por su parte, el filósofo griego Platón concibió una cosmología compuesta por tres realidades.  La palabra τοιάς (de la cual el latín trinitas es una traducción) se encuentra primero en Teófilo de Antioquía para 180 A.C. Él habla de «la Trinidad de Dios, Su Palabra y Su Sabiduría» (Ad Autolycum, II, 15, P.G., VI, 1078). Por supuesto, el término puede haberse estado usando antes de su tiempo en otras culturas como en la China, con el nombre de: Los Tres Tesoros. Poco tiempo después aparece en su forma latina TRINITAS en Tertuliano, hacia el año de 215 D. de JS. (De pudicitia, c. xxi, P.G., II, 1026). En el siglo siguiente la palabra tiene uso general.— The Catholic Encyclopedia, tomo 15: Trinidad, LA BENDITA, I. EL DOGMA DE LA TRINIDAD, Pág.: 47.

(¿La Santísima Trinidad en la India Antigua? “Es impresionante cómo la sensibilidad religiosa de todos los pueblos percibió profundamente la naturaleza divina, al mismo tiempo una y múltiple”., Cf. “Creio na Santissima Trindade – Jubileu do ano 2000”, Cap. V, # IX, Pág., 136 y Ss. A partir de la tríada divina, el hinduismo construye su espiritualidad   sobre un triple movimiento: Vishnu, Shiva y Krishna, con sus tres vías: de la acción moral, del conocimiento espiritual y de la devoción religiosa ). En los documentos de los primeros Padres de la Iglesia Católica anteriores al Concilio de Nicea se encuentran referencias frecuentes al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo en los que, para algunos autores, puede verse una referencia a su unidad de naturaleza. Sin embargo, otros eruditos han opinado que aquellos padres de la iglesia nunca fue su intención transmitir ni dar a entender algún concepto de lo que llegaría a ser el dogma de la trinidad.

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(¿Escuela Cusqueña del Perú (1720 – 1740 D. de JS.) La Trinidad entronizada como tres figuras iguales? “Es una imagen trina. Todavía no vemos a Dios “cara a cara”, pero lo vemos, por la fe, en la imagen que Él creó y en la cual nos sumergió. Estamos peregrinando en la sombra de las realidades divinas y recogemos, a lo largo del camino, datos cada vez más claros y sugestivos que nos llevan a vivir la espiritualidad trinitaria”., Cf. Ob. Cit. “Creio na Santissima Trindade – Jubileu do Ano 2000”, Cap. II, # VIII, Pág., 64.).

El Concilio de Nicea se convocó en el 325 D. de JS. Para establecer una doctrina oficial única centrada en El Credo Católico y condenó aquellas enseñanzas que quedaron excluidas del mismo, principalmente la de los Arrianos que afirmaban que el Hijo era la primera creación de Dios y que, aunque existía desde antes del inicio de los tiempos, no era Dios mismo. En todas las Sagradas Escrituras se encuentran alusiones tanto al Padre como al Hijo y al Espíritu Santo que se han presentado como menciones implícitas de la naturaleza trinitaria de Dios, Uno y Trino: Génesis. 1, 26; Génesis. 3, 22; Génesis. 11, 5 – 9; Génesis. 20, 13; Isaías 6,8; II Samuel 7,23;  San Juan 1,1; 5,18; 14, 11; 16,15; 16,30; 20,28; 21,17; San Marcos 2, 5 – 10 y San Mateo 28, 19. La Iglesia Católica Romana dice: “La Trinidad es el término con que se designa la doctrina central de la religión cristiana [...] Así, en las palabras del Símbolo Quicumque ‘el Padre es Dios, el Hijo es Dios y el Espíritu Santo es Dios, y sin embargo no hay tres Dioses, sino un solo Dios’.

En esta Trinidad [...] las Personas son Co-eternas y Co-iguales: todas, igualmente, son increadas y omnipotentes. [...]"Cf. The Catholic Encyclopedia. El Símbolo Quicumque es una profesión de fe que también se ha denominado Símbolo Atanasiano por haber sido atribuido durante toda la Edad Media al obispo de Alejandría san Atanasio. A pesar de no haber sido redactado por ningún concilio ecuménico, «de hecho, este símbolo alcanzó tanta autoridad en la Iglesia, tanto occidental como oriental, que entró en el uso litúrgico y ha de tenerse por verdadera definición de fe» (Denz. 39). Recibe el nombre de Quicumque por la palabra con la que comienza.  El Padre. Es increado. El Hijo. No es creado sino engendrado eternamente por el Padre. El Espíritu Santo. No es creado, ni engendrado, sino que procede eternamente del Padre y del Hijo (según las iglesias evangélicas y la iglesia católico-romana) o sólo del Padre (según la Iglesia católica-ortodoxa).

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( ¿La Santísima Trinidad en la China Antigua? “ Es interesante observar que, sin conciencia refleja, los pueblos tenían la impresión de que Dios debería ser triple. No lograban explicar, pero como que lo experimentaban”., Cf. “Creio na Santissima Trindade – Jubileu do ano 2000”, Cap. V, # IX, Pág., 136 y Ss.).
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Según el Dogma católico definido en el Primer Concilio de Constantinopla en el 381 D. de JS., las tres personas de la Trinidad son realmente distintas pero son un solo Dios verdadero. Esto es algo posible de formular pero inaccesible a la razón humana, por lo que se le considera un misterio de fe. Para explicar este misterio, en ocasiones los teólogos cristianos han recurrido a símiles. Así, Agustín de Hipona  en su tratado de la Santísima Trinidad (413 – 426) desarrolla la doctrina de las relaciones: las tres personas divinas son El Ser mismo, eterno, inmutable, consustancial, pero se distinguen por sus relaciones; la explicación psicológica; la doctrina sobre las propiedades personales de El Espíritu Santo, que procede como amor; la vida de la gracia; y sobre cómo el hombre siendo imagen de Dios es imagen de La Santísima Trinidad. Por otro lado, otros teólogos clásicos, como Guillermo de Ockham (1280 – 1350)  afirman la imposibilidad de la comprensión intelectual de la naturaleza divina y postulan su simple aceptación a través de la fe. Santo Tomás de Aquino usaba una imagen para ilustrar el misterio de la Trinidad: Todo ungido presupone por lo menos tres elementos: El que unge, el ungido y la unción. Siendo Jesús el Mesías, el Cristo, es decir, el ungido de Dios, podemos hacer referencia a tres personas: El que unge: sería Dios Padre. El ungido: sería Dios Hijo. La unción: sería Dios Espíritu Santo.
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Además en el Credo recordamos todo el misterio de la Santísima Trinidad. Un credo es una oración o escrito o resumen autorizado de la doctrina cristiana que se recita en los servicios de la iglesia católica como afirmación de la fe. Las formulaciones de la fe cristiana, tomadas como la base de la enseñanza y de la evangelización, se encuentran en el Nuevo Testamento., Cf. I Corintios 12:3; Romanos 6:17, etc. De los tres credos clásicos ( El de los Apóstoles, el de Nicea y el de Atanasio) , el Credo Primero pertenece en su contenido esencial a la época apostólica. La misma Venerable Sor María de Jesús de Agreda, nos dice: “Y habiendo orado algún espacio de tiempo, se oyó un tronido como cuando el Espíritu Santo vino la primera vez sobre todos los fieles que estaban congregados y al punto fue lleno de luz y resplandor admirable el cenáculo donde estaban y todos fueron ilustrados y llenos del Espíritu Santo. Y luego María Santísima les pidió que cada uno pronunciase y declarase un misterio, o lo que el Espíritu Divino le administraba. Comenzó San Pedro y prosiguieron todos en esta forma: San Pedro: Creo en Dios Padre, Todopoderoso, Criador del Cielo y de la Tierra. San Andrés: Y en Jesucristo su único Hijo nuestro Señor. Santiago el Mayor: Que fue concebido por Obra del Espíritu Santo, nació de María Virgen. San Juan: Padeció debajo del poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado. Santo Tomás: Bajó a los infiernos, resucitó al tercero día de entre los muertos. Santiago el Menor: Subió a los Cielos, está asentado a la diestra de Dios Padre todopoderoso. San Felipe: Y de allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. San Bartolomé: Creo en el Espíritu Santo. San Mateo: La Santa Iglesia católica, la comunión de los Santos. San Simón: El perdón de los pecados. San Tadeo: La resurrección de la carne. San Matías: La vida perdurable. Amén. Este Símbolo, que vulgarmente llamamos el Credo, ordenaron los apóstoles después del martirio de San Esteban y antes de que se cumpliera el año de la muerte de nuestro Salvador. Y después la santa Iglesia, para convencer la herejía de Arrio y otros herejes (el gnosticismo,  el apolinarismo, el macedonianismo, o pneumatomaquianismo, y el quiliasmo ), en los concilios que contra ellos hizo, explicó más los misterios que contiene el Símbolo de los apóstoles y compuso el Símbolo o Credo que se canta en la Misa. Pero en sustancia entrambos son una misma cosa y contienen los catorce artículos que nos propone la doctrina cristiana para catequizarnos en la fe, con la cual tenemos obligación de creerlos para ser salvos”., Cf. “Mística Ciudad de Dios”, III Parte, Libro VII, Capítulo XII, # 217  y 218, Págs., 1225 y 1226.
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Pero el Concilio Vaticano Segundo nos enseña que esa manera de comprender la revelación es recortada. Es apenas una parte de la verdad. El Concilio afirmó que Dios, Uno y Trino se revela no solo por los catorce artículos del Credo Apostólico y por las palabras que encontramos en las Sagradas Escrituras sino por los hechos; no solo por los textos del Antiguo y Nuevo Testamento sino por las obras, la predicación, los ejemplos y las instituciones de Nuestro Señor Jesucristo y de los apóstoles (DV.,4.7), sino que inclusive por las revelaciones del texto codificado. La Santa Biblia no contiene en su texto directo y codificado la Palabra de Dios; la Sagrada Biblia es la Palabra de Dios viva; no hay más Palabra de Dios que la Biblia. Las demás son palabras humanas.
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 La revelación del YO SOY en la historia del universo, de la humanidad y de la iglesia no se da solo por las palabras que traen las sagradas escrituras sino mediante los mismos hechos y la persona y actitudes del HOMBRE-DIOS: Jesús de Nazaret. Tenemos así una historia universal, que es de salvación, y una narración escrita de dicha historia que todavía no ha terminado y que leemos en las Sagradas Escrituras en su texto directo y codificado. Es que la sucesión de los hechos que constituyen la historia particular de salvación, tiene una capacidad significativa que se actualiza para quien la considere en la fe. Por ejemplo, los acontecimientos del libro del Éxodo siempre han sido considerados por las diversas generaciones y en Pascua Resurrección como los grandes pasos de la oscuridad a la luz entre otras expresiones e interpretaciones especiales según los signos de los tiempos., pero siempre a partir del Dios liberador. Los católicos también hoy pueden actualizar y desentrañar nuevos valores significativos en los hechos que se encuentran narrados en las Sagradas Escrituras tanto del pasado, del presente y del futuro inclusive pero siempre a la luz de la Santísima Trinidad.
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La Iglesia Católica HA TRANSMITIDO, TRANSMITE y TRANSMITIRA lo que es y lo que cree. La tradición TRINITARIA no es solo un acto intelectual de una doctrina que va creciendo mediante silogismos. Es un acto vital que involucra lo que vive y cree toda la comunidad cristiana por siglos y “Sin recurrir a ninguna terminología técnica, podemos resumir la doctrina trinitaria en seis proposiciones, que revelan toda su complejidad: 1. El Padre es Dios e, invirtiendo, Dios es el Padre; 2. El Hijo es Dios y Dios es el Hijo; 3. El Espíritu Santo es Dios y Dios es el Espíritu Santo. Y ahora, de manera negativa, para no dejar dudas en cuanto a la distinción de Personas: 4. El Padre no es el Hijo ni el Espíritu Santo; 5. El Hijo no es el Padre ni el Espíritu Santo; y 6. El Espíritu Santo no es el Padre ni el Hijo”., Cf. “Creo en la Santísima Trinidad-Jubileo del Año 2000”, Dom Dadeus Grings,  Cap. III, # VII, Pág., 86.
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En fin. El reino de Dios, Uno y Trino es algo muy grande, lo único verdaderamente grande e importante que existe en toda la creación visible e invisible; que la Santísima Trinidad reine y domine sobre todo, que gobierne libremente, que sea glorificada más y más. Amén.

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“Dios, Uno y Trino Crea de la nada”

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“Todo lo que de la nada viene, a la nada vuelve; así, el impío, del vacío vuelve al vacío. El hombre es sólo un soplo en un cuerpo, pero el nombre del bondadoso no se extinguirá. Ten cuidado de tu nombre, pues él te sobrevivirá más que mil tesoros preciosos. La dicha dura pocos días, pero el buen nombre dura para siempre. Sabiduría oculta y tesoro escondido ¿a quién le sirven de nada? Es mejor esconder la insensatez que esconder la sabiduría”., Cfr., Eclesiástico 41:10 al 15.

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“Creemos que Dios no necesita nada preexistente ni ninguna ayuda para crear [ Cfr., Vaticano I: Denzinger-Schönmetzer, Enchiridion Symbolorum, 3022 ]. La creación tampoco es una emanación necesaria de la substancia divina [Cfr., Concilio Vaticano I: Denzinger 3023-3024] Dios crea libremente ‘de la nada’ [ Denzinger 3025 – 800]”., Cfr. Catecismo de la Iglesia Católica, Primera Parte, La profesión de la Fe, Página 74, Capítulo Primero ( 1992 ).

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“El poder de Dios se muestra precisamente cuando parte de la nada para hacer todo lo que quiere”., Cfr., San Teófilo de Antioquía, Ad Autolycum, 2, 4.

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“Así los ángeles, al salir de la nada, no fueron colocados en posesión de la felicidad eterna. Como nosotros, han debido merecerla”., Cfr., “María manifestada a sus hijos”,  Pbro. Ludovico de Besse, Capítulo II, María y los Ángeles, Página 38, Primera Parte, Preparación a la Maternidad Divina, San Remo ( 1905 ).

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La creación es la acción de Dios mediante la cual da la existencia a los seres, como los ángeles, sacándolos de la nada. Expliquémoslo brevemente.

1.        Es la acción de Dios. Acción de su actividad externa, ya que tiene por objeto las criaturas.

La creación es, pues, obra de la Santísima Trinidad, aunque en la Sagrada Escritura suele atribuirse al Padre, porque en ella luce de modo especial el poder de Dios. Por eso decimos en el Credo: “Creo en Dios Padre Todopoderoso Creador del Cielo y de la Tierra”., Cf. Salmo 146:6ª.

2.        Mediante la cual da la existencia a los seres. En efecto, todos han sido creados por Él, y por eso se llaman criaturas: Cf. Salmo 103:19 -22; Salmo 121:2b.

En el lenguaje de la Sagrada Escritura: ‘Creador del Cielo y de la Tierra’ significa, pues, Creador de todos los seres visibles e invisibles.

3.        Sacándolos de la nada. Sacar un sér de la nada significa producir un sér que antes no existía de ninguna manera, ni como tal, ni en materia alguna anterior.

Otra explicación. Al fabricar un escultor una estatua, como Miguel Ángel, no la crea, pues aunque no existía como tal, existía la materia de que la formó; por ejemplo: El Mármol.

Dios por el contrario sí crea a los seres de la nada, pues no los formó de materia alguna anterior, ya que fuera de Dios, Uno y Trino, nada existía.

Guardémonos, pues, de concebir la nada como un sér positivo, como un lugar  de donde Dios sacó lo seres. Por el contrario, la palabra ‘nada’ se opone a ‘algo’, y denota que antes de la creación no existía algo preexistente, de donde pudiera formar los seres.

La creación es un acto exclusivo de Dios. En efecto, el paso de la nada al sér exige poder infinito. Por eso ni los ángeles ni la persona humana pueden participar de la omnipotencia creadora constante.

“Solo Dios puede ser de esta manera: estar todo en su creatura, continuar incansablemente haciéndola existir, ser su fuente permanente. El acto creador es actual, el acto creador es interior, el acto creador es permanente, el acto creador es silencioso, el acto creador es progresivo”., Cf. “Creación Constante”, Pbro. Florin Callerand, Capítulo IV, Pág., 25 ( 1985).

No podemos comprender la creación infinita porque: a) Es un acto Eterno; b) No tenemos ningún ejemplo de ella, ya que toda la actividad del ser humano se reduce a transformar la materia ya existente ( El escultor no crea la estatua, sino que le da una nueva forma al mármol, a la madera, al cobre, etc.).

En cambio, con “los ángeles, más aún que nosotros, creaturas humanas hechas a imagen y semejanza de Dios, y en medida mucho mayor, reflejan  la misma imagen de Dios, ya que son puros espíritus y libres de la materia.

 Efectivamente, sus espíritus no se hallan prisioneros como lo están nuestras almas; por lo cual, su vida no se halla condicionada por el espacio. Se mueven con la rapidez del pensamiento y, por tanto, son capaces de realizar mucho más de lo que nosotros podemos realizar, tanto para el bien como para el mal.

Despojaos de la materia, pueden actuar sobre la materia de un modo que siempre llega a impresionar nuestro espíritu. El asunto de su visibilidad ( siendo seres simples espirituales, pueden estar a nuestro lado sin que nos demos cuenta, si ellos así lo quieren…).

Y esto facilita grandemente su acción  con respecto a nosotros. Y cuando se trata de los ‘Ángeles Negros’, se hace claro y evidente imaginar la naturaleza de su actividad incesante”.,Cf. “Confidencias de Jesús a un Sacerdote”, Monseñor Octavio Miquelini, Tomo V, Pág., 130, ( 1978).

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“La creación de los ángeles”.

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“Fueron los ángeles criados en el cielo empíreo y en gracia, para que con ella precediera el merecimiento al premio de la gloria; que aunque estaban en el lugar de ella, no se les había mostrado la divinidad cara a cara y con clara noticia, hasta que con la gracia lo merecieron los que fueron obedientes a la voluntad divina”., Cfr. Mística Ciudad de Dios, S. María de Jesús de Agreda ( 1602 – 1665 ),  Primera Parte – Libro I, Capítulo 7, Númeral 83, Página 50.

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“Primeramente he visto levantarse delante de mi vista un espacio inmenso lleno de luz y dentro de ese espacio de luz, muy arriba, como un globo resplandeciente cual un Sol, y en él sentí que estaba la unidad de la Trinidad. Yo la llamo, en mí misma, la Armonía, la Concordancia. Y vi salir de allí virtud y poder, y de pronto aparecieron debajo del globo resplandecientes coros luminosos, anillos, círculos trabados entre sí, de espíritus maravillosamente esplendorosos, fuertes, de admirable hermosura”., Cfr. Visiones y Revelaciones Completas del Antiguo Testamento, S. Ana Catalina Emmerick, Tomo Segundo, libros I y IV, Tercera Parte, Capítulo I, Pág. 11.

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“Su número”

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“Mientras yo contemplaba: se aderezaron unos tronos y un Anciano se sentó: su vestidura, blanca como la nieve: Los cabellos de su cabeza, puros como la lana. Su Trono, llamas de Fuego, con ruedas de fuego ardiente. Un río de fuego corría y manaba de Él. Miles de Millares le servían, Miríadas de Miríadas estaban en pie delante de Él”., Cfr. Sagrada Biblia, Antiguo Testamento, Libro de Daniel, Capítulo 7:9-10.

“¡Alábenlo ustedes, todos sus ángeles! ¡Alábenlo ustedes, ejércitos del Cielo!”., Salmo 148:2.

“Vosotros os habéis allegado al Monte Sión, a la Jerusalén Celestial y a las Miríadas de Ángeles”., Cfr., Carta a los Hebreos 12:22.

“Vi y oí la voz de muchos ángeles en rededor del trono;  y era su número de miríadas de miríadas y de millares de millares”.,Cfr., Sagrada Biblia, Nuevo Testamento, Libro del Apocalipsis, Capítulo 5:11.

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“Los nueve coros angélicos”

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La jerarquización y división de los espíritus angélicos en nueve órdenes se basa en los distintos nombres que encontramos en las Sagradas Escrituras para referirse a ellos. Veamos:

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Adoradores de Dios: ( Salmo 148: 1 al 6 )

Tronos ( Éxodo 25:18ª; Isaías 6: 1-3; Ezequiel 1:26; Colosenses 1:16d ).

Querubines ( I Samuel 4:4c; Isaías 37:16c; Salmo 80:1b ).

Serafines ( Ezequiel 1:5 – 12 ).

Ejecutadores de Dios: ( 2 Samuel 24: 15 al 17 )

Principados ( Efesios 1: 21ª; Colosenses 1:16e ).

Potestades ( Efesios 1:21b; Colosenses 1: 16g ).

Virtudes ( Efesios 1:21c ).

Asistentes de Dios: ( San Mateo 4:11 )

Dominaciones ( Efesios 1: 21d; Colosenses 1:16f ).

Arcángeles ( San Judas Tadeo 1:9 ).

Ángeles ( Salmo 148:2; San Juan 1:51 ).

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“La primera rebeldia universal contra el Creador”

“Fueron todos criados y adornados con gracia y dones, quedando hermosísimas y perfectas criaturas. A este instante se siguió una mórula, en que a todos les fue propuesta e intimada la voluntad de su Criador, y se les puso ley y precepto de obrar, reconociéndole por supremo Señor, y para que cumpliesen con el fin para que los había criado. En esta mórula, estancia o intervalo sucedió entre San Miguel y sus ángeles, con el dragón ( el mismo Luzbel, ó, Lucifer ) y los suyos, aquella gran batalla que dice San Juan en el capítulo 12 del Apocalipsis; y los buenos ángeles, perseverando en gracia, merecieron la felicidad eterna y los inobedientes, levantándose contra Dios, merecieron el castigo que tienen”., Cfr. ,Ob. Cit. Agreda, I Parte, # 83, Pág. 50.

“De pronto he visto una parte de todos estos coros permanecer inmóviles, mirándose a sí mismos, contemplando su propia belleza. Concibieron contento propio; miraron toda hermosura en sí mismos; se contemplaron  a sí mismos; estaban en sí mismos. Al principio estaban todos en más altas esferas, moviéndose como fuera de sí mismos. Ahora una parte de ellos, permanecía quieta, mirándose a sí misma. En el mismo momento he visto a toda esta parte de los espíritus luminosos precipitarse y oscurecerse, y a los demás coros de ángeles arremeter contra ellos y llenar sus claros. Los círculos quedaron entonces más reducidos.

No he visto, sin embargo, que estos espíritus buenos saliesen del círculo del cuadro general para perseguirlos. Aquellos ( Los rebeldes o confederados ) que quedaron silenciosos, abismados en sí mismos, se precipitaron; y los que no se habían detenido en sí mismos llenaron los vacíos de los caídos. Todo esto sucedió en un breve momento. Cuando estos espíritus cayeron he visto aparecer debajo un globo de tinieblas cual si fuese el lugar de su nueva morada, y supe que habían caído allí en forma involuntaria e impaciente.

 El espacio ( El Infierno ) que ahora los encerraba, allí abajo, era mucho más pequeño del que habían tenido arriba, de modo que me pareció que estaban estrechados y angustiados, y no libres como antes. Desde que siendo niña he visto esta caída, estaba yo temerosa día y noche de su acción maléfica y siempre pensé que debían ellos dañar mucho a la tierra. Están siempre en torno de ella, bien que ellos no tienen cuerpo”.      Cfr., Visiones del Antiguo Testamento, de S. Catalina Emmerick, Creación y caída de los ángeles, Capítulo I, Págs. 11 y 12. Tercera parte, Tomos 2 y 4, Libro I.

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¿LOS MOTIVOS?

“Dios quiso probar a sus ángeles, y cuando lo hizo, algunos de ellos guiados por Lucifer ( otro de sus nombres ) dijeron  “ no” a Dios con ( profundo ) orgullo. Lucifer era el más hermoso y el más inteligente de todos los ángeles y quería que las cosas fueran a su modo y no al modo de Dios”., Cfr., “¡Saquennos de aquí!”, La Vidente María Simma habla con Nicky Eltz, Capítulo 21, Página 148, Argentina ( 2005 ).

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( Dialogo establecido entre San Miguel , Luzbel y sus ángeles seguidores de todos los nueve coros según los Salmos ) Extractos especiales:

Luzbel: “Dios mío, Dios mío, por qué me has abandonado? ¿Por qué no vienes a salvarme? ¿Por qué no atiendes a mis lamentos? ( Salmo 22:1 )”.

San Miguel: “Ustedes fieles del Señor, ¡cántenle himnos! ¡alaben su santo nombre! Porque su enojo dura un momento...! ( Salmo 30:4-5ª )”.

Luzbel: “¡Guíame y protégeme; haz honor a tu nombre! ¡Sácame de la trampa que me han tendido, pues tú eres mi protector...! ( Salmo 31: 3b-4 )”.

San Miguel: “Guarda silencio ante el Señor...! ( Salmo 37.7ª )”.

Luzbel: “Soy como el que no oye...! ( Salmo 38:14ª )”.

San Miguel: “Los mentirosos se descarrían desde antes de nacer. Son venenosos como víboras; son como una serpiente venenosa que se hace la sorda, que se tapa los oídos...! ( Salmo 58:3b-4 )”.

Luzbel: “Pero todos se han desviado...? ( Salmo 53:3ª )”.

San Miguel: “¡El Señor es nuestro protector! Pecan en todo lo que dicen; ¡pues que sean presa de su propio orgullo y de sus falsos juramentos...! ( Salmo 59: 11d-12 )”.

Luzbel: “¡Quiero verte en tu santuario, y contemplar tu poder y tu gloria...? ( Salmo 63:2 )”.

San Miguel: “¡Maravilloso es Dios en su santuario...! ( Salmo 68:35ª )”.

Luzbel: “He sido motivo de asombro para muchos...? ( Salmo 71:7 )”.

San Miguel: “Tu justicia, oh Dios, llega hasta el Cielo; tú has hecho grandes cosas; ¡no hay nadie como tú...! ( Salmo 71:19 )”.

Luzbel: “¡Levántate, oh Dios...! ¡Defiende tu causa...! ¡Recuerda que los necios te ofenden sin cesar...! No olvides los gritos de tus enemigos, el creciente clamor de los rebeldes...! ( Salmo 74:22-23 )”.

San Miguel: “¡Tú eres glorioso, oh Dios! ¡Eres más grandioso que las montañas eternas! ( Salmo 76:4 )”.

Luzbel: “Preguntan: ‘¿Acaso Dios va a saberlo...? ¿Acaso se dará cuenta el Altísimo...? ( Salmo 73:11 )”.

San Miguel: “Con burla, orgullo y descaro, amenazan hacer maldad y violencia; atacan el cielo con sus labios...?

 ( Salmo 73:8-9ª )”.

Luzbel: “¿Acaso vas a prolongar por siempre tu enojo contra nosotros? ( Salmo 85:5 )”.

San Miguel: “No romperé mi pacto ni faltaré a mi palabra...! ( Salmo 89:34 )”.

Luzbel: “Has alejado de mí amigos y compañeros, y ahora sólo tengo amistad con las tinieblas...! ( Salmo 88:18 )”.

San Miguel: “El Señor hizo los cielos. ¡Hay gran esplendor en su presencia ¡ ¡Hay poder y belleza en su santuario...!

 ( Salmo 96: 6 )”.

Luzbel: “Sálvanos con tu poder, para que sean libertados los que amas.  ¡Respóndenos...! ( Salmo 108:6 )”.

San Miguel: “Reconozcan que el Señor es Dios; Él nos hizo y somos suyos...! ( Salmo 100:3 )”.

Luzbel: “Haré callar a aquellos que a escondidas hablan mal de su vecino; no soporto al altanero y arrogante! ( Salmo 101:5 )”.

San Miguel: “¿Cuándo podrán comprender? ( Salmo 94:8b )”.

Luzbel: “Dicen que el Señor no ve...? ( Salmo 94:7ª )”.

San Miguel: “Oh Dios, haz que volvamos a ser lo que fuimos! ¡Míranos con buenos ojos y estaremos a salvo! ( Salmo 80:3 )”.

Luzbel: “Inclínate a escuchar lo que te digo...! ( Salmo 78:1b )”.

San Miguel: “A los presumidos y a los malvados digo: ¡No sean tan altivos y orgullosos! ¡No hagan tanto alarde de su poder ni sean insolentes al hablar! ( Salmo 75:4-5 )”.

Luzbel:  “Yo te daré instrucciones, te daré consejos, te enseñaré el camino que debes seguir ( Salmo 32:8c )”.

San Miguel: “¡Avergüenzalos, Señor, para que recurran a ti! ( Salmo 83:16 )”.

Luzbel: “¡Abre tu boca, y yo te satisfaré...? ( Salmo 81:10c )”.

San Miguel: “¡Ningún dios, nadie en el cielo puede compararse a ti Señor! Dios grande y terrible, rodeado de seres celestiales ( Salmo 89:6-7 )”.

Luzbel: “¡Con qué ansia y fervor deseo estar en los atrios de tu templo! ( Salmo 84:2 )”.

San Miguel: “Dios mío, haz que rueden como zarzas...! ( Salmo 83:13ª )”.

Luzbel: “¡Con qué alegría dividiré...! ( Salmo 60:6b )”.

San Miguel: “¿ A quién tengo en el cielo? ¡Sólo a ti! ( Salmo 73:25ª)”.

Luzbel: “Yo sé muy bien que Dios está de mi parte ( Salmo 56:9c )”.

San Miguel: “Reúnan a los que me son fieles, a los que han hecho un pacto conmigo...! ( Salmo 50: 5ab )”.

Luzbel: “Los que me odian se juntan y hablan de mí; piensan que estoy sufriendo por mi culpa, y dicen: su enfermedad es cosa del demonio; ha caido...! ( Salmo 41:7-8c)”.

San Miguel: “¡Fíjate en el hombre honrado y sin tacha; el futuro de ese hombre es la paz. Pero los rebeldes serán destruidos por completo; el futuro de los malos será su destrucción...! ( Salmo 37: 37-38 )”.

Luzbel: “¿Qué me puede hacer el hombre? ( Salmo 56:11b )”.

San Miguel: “¡Cuántas cosas has hecho, Señor! Todas las hiciste con sabiduría; ¡la tierra está llena de todo lo que has creado! ( Salmo 104:24 )”.

Luzbel: “Hice un juramento, y lo voy a cumplir...! ( Salmo 119: XIV: 106ª )”.

San Miguel: “Yo sé muy bien que el Señor nuestro Dios es más grande que todos los dioses. El Señor hace todo lo que quiere, lo mismo en el cielo que en la tierra...! ( Salmo  135: 5 ).

Luzbel: “Tienes tu trono sobre los querubines, ¡escucha! ( Salmo 80:1c)”.

San Miguel: “Cuando tú, Señor, te levantes, como cuando uno despierta de un sueño despreciarás su falsa apariencia  ( Salmo 73:20 )”.

Luzbel: “¡Yo soy el señor, tu Dios ...!( Salmo 81:10ª )”.

San Miguel: “¡Miren lo que hemos llegado a ver! ¡A ti te consta, Señor! ¡No te quedes en silencio! ¡No te alejes de mí! Levántate, Señor y Dios mío, ¡despierta!” ( Salmo 35:21b al 23 )”.

Luzbel: “Lo hemos arruinado por completo! ( Salmo 35:25c )”.

San Miguel: [ “Traté de comprender esto, pero me fue muy difícil. Sólo cuando entré en el santuario de Dios comprendí a dónde van ellos a parar: los has puesto en lugar resbaladizo y los empujas a la ruina. ¡En un momento quedarán destruidos! ¡El miedo acabará con ellos! ( Salmo 73:16-19 ) ]”.

Luzbel: “Ven a ver estas ruinas sin fin; ¡el enemigo lo ha destruido todo en el santuario! ( Salmo 74:3 )”.

San Miguel: “Señor, ¿cuánto tiempo seguirás viendo esto? ¡Sálvame la vida, mi única vida, de esos leones que andan rugiendo! ¡Te daré gracias ante tu pueblo numeroso; ¡te alabaré ante la gran multitud! ( Salmo 35:17- 18 )”.

El Señor Dios Creador: “Descorrió la cortina del cielo, y descendió. ¡Debajo de sus pies había grandes nubarrones! Montó en un ser alado, y voló deslizándose sobre las alas del viento. Un fulgor relampagueante salió de su presencia. El Señor, el Altísimo, hizo oír su voz de trueno desde el cielo...! ( Salmo 18:9-10-12ª- 13ª )”.

San Miguel: “De todo corazón diré: ¿Quién como tú, Señor? ( Salmo 35:10ª )”.

Luzbel y los suyos, fueron: [ “ ¡Arrojados por el ángel del Señor! ( Salmo 35:5b )”].

Los ángeles fieles, decian también: [ “¡Sea su camino oscuro y resbaladizo, perseguidos por el ángel del Señor! ¡Que los sorprenda la desgracia! ¡Que caigan en su propia trampa! ¡Que caigan en desgracia! ( Salmo 35: 6-8 )” ].

San Miguel, habla del Infierno, creado para Luzbel y sus ángeles confederados: “Sin motivo me pusieron una trampa; sin motivo hicieron un hoyo para que yo cayera en él ( Salmo 35:7 )”.

Luzbel, en su nueva morada: “Me ha entrado un temor espantoso;¡estoy temblando de miedo! Y digo: Ojalá tuviera yo alas como de paloma; volaría entonces y podría descansar. Volando me iría muy lejos; me quedaría a vivir en el desierto. Correría presuroso a protegerme de la furia del viento y de la tempestad” ( Salmo  55:5 al 8 )”.

San Miguel: “Dios mío, tú estás por encima del cielo ( Salmo 57: 11ª )”.

Luzbel: “Tendido estoy, por el suelo ( Salmo 57:4ª )”.

Los Ángeles fieles en el nombre del Señor Dios, pronunciaban la última setencia: “Que ardan como espinos antes que se den cuenta; que sean arrancados con furia, como hierba verde ( Salmo 58: 9 )”.

Luzbel, ya como Lucifer con los suyos al Señor Dios: “Nos has hecho caer en la red; nos cargaste con un gran peso. Dejaste que un cualquiera nos pisoteara ( Salmo 66:11- 12b )”.

San Miguel a todos los ángeles rebeldes: “Se animan entre sí a hacer lo malo; planean poner trampas escondidas y piensan que nadie podrá verlos, que nadie investigará sus maldades ( Salmo 64: 5-6ª )”.

Lucifer ó Leviatán: “Me estoy hundiendo en un pantano profundo y no tengo dónde apoyar los pies. Ya estoy ronco de tanto gritar; la garganta me duele; ¡mis ojos están cansados de tanto esperar! Son más los que me odian sin motivo; han aumentado mis enemigos, los que sin razón me destruyen y me exigen ( Salmo 69:2-3-4acd )”.

San Miguel: “¡Dios protege a cuantos en él confían! ¿Quién es Dios, fuera del Señor? ¿Qué otro dios hay que pueda protegernos? ( Salmo 18:30c-31 )”.

Lucifer y los suyos: “A ellos se les doblan las rodillas, y caen,  pero nosotros seguimos firmes y en pie. Señor, ¡dale la victoria al rey! ¡Respóndenos cuando llamemos! ( Salmo 20:8-9 )”.

San Miguel: “Pedían ayuda, y nadie los ayudó; llamaban al Señor, y no les contestó. En cuanto me oyen, me obedecen ( Salmo 18:41-44ª )”.

Lucifer a San Miguel: “¡No te escondas de mí! ¡No me rechaces con ira! ¡Mi única ayuda eres tú! ¡No me dejes solo y sin amparo! ( Salmo 27: 9 )”.

San Miguel: “Dios es quien me da fuerzas. Los hice pedazos. Ya no se levantaron. ¡Cayeron debajo de mis pies! Tú me diste fuerza en la batalla; hiciste que los rebeldes se inclinaran ante mí, y que delante de mí huyeran mis enemigos ( Salmo 18:32,38-40ª)”.

Lucifer a Dios y a todos sus ángeles caídos: “ Hazme justicia, ponte de mi parte. ¡Que no se rían de mí! Que no digan ni piensen: ¡Esto es lo que queríamos! ¡Lo hemos arruinado por completo! Que queden cubiertos de vergüenza los que se alegran de mi desgracia; que queden totalmente cubiertos de vergüenza los que se creen superiores a mí. Pero que se alegren y griten de alegría los que quieren verme victorioso ( Salmo 35: 23c, 24 –27ª )”.

San Miguel: “Los malvados arderán como hierba seca; Los enemigos del Señor se desvanecerán como el humo

( Salmo 37:20 )”.

Lucifer: “Yo fui joven, y ya soy viejo ( Salmo 37:25ª )”.

Los ángeles fieles: “Muchos, al ver esto, se sintieron conmovidos y pusieron su confianza en el Señor ( Salmo 40:3b )”.

San Miguel: “Aunque no haya razón para temblar, ellos temblarán de miedo ( Salmo 53:5ª )”.

Lucifer a los suyos: “Devuélveles mal por mal ( Salmo 69:27ª )”.

San Miguel: “El Señor tiene en la mano la copa de su ira, con vino mezclado y fermentado. Cuando Él derrame el vino todos los malvados de la tierra lo beberán hasta la última gota ( Salmo 75:8 )”.

Los ángeles caídos: “En verdad, tu furor nos consume, ¡nos deja confundidos! ( Salmo 90: 7 )”.

San Miguel: “Ellos pusieron a prueba al Dios altísimo rebelándose contra Él y desobedeciendo sus mandatos; lo abandonaron y le fueron infieles; ¡se torcieron igual que un arco falso! Lo hicieron enojar, lo provocaron a celos. Dios se enojó al ver esto ..! ( Salmo 78: 57-58b-59ª )”.

Lucifer a sus seguidores: “Los llevó con paso seguro ( Salmo 78:53ª )”.

San Miguel: “ A pesar de todo, volvieron a pecar; no creyeron en las maravillas de Dios. Por eso Dios puso fin a sus vidas como si fueran un suspiro y en medio de un terror espantoso ( Salmo 78:32-33 )”.

Los ángeles caídos o demonios ante la presencia de Satanás: “ ¡Todos los dioses se inclinan ante él...! ( Salmo 97:7c)”.

Los ángeles fieles ante el Señor Dios su Creador: “¡Alabado sea el Señor! ¡Alaben al Señor desde el cielo! ¡Alaben al Señor desde lo Alto! ¡Alábenlo ustedes, todos sus ángeles! ¡Alábenlo ustedes, ejércitos del Cielo! ( Salmo 148: 1-2 )”.

San Miguel: “¡Alaben al Señor, nuestro Dios, y arrodíllense delante de sus pies! ¡Dios es Santo! ( Salmo 99:5 )”.

El Hombre: “Que esto quede escrito para las generaciones futuras, para que alaben al Señor los que aún han de nacer ( Salmo 102:18 )”.

San Miguel: “¡Bendito sea el Señor, Dios ahora y siempre! ¡Así sea! ( Salmo  41:13 )”.

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“Duración de la Batalla”

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Como vimos fue una lucha heroica de la sabiduría contra la locura, de la verdad contra la mentira, de la humildad contra el orgullo, de la caridad contra el egoísmo. El Trono San Miguel hizo valer los motivos de diversa naturaleza que debía obligar a los seres creados para someterse a su Creador. Su elocuencia no fué inutil.  Según el texto sagrado, cuando terminó la lucha había agrupado en torno suyo dos terceras partes de los nueve coros. Lucifer no conservó consigo  más que la otra tercera parte ( Cfr., Profeta Daniel 8:10; El Apocalipsis 12: 4 ).

¿Cuánto duró esta batalla?  “¡Veintiún días!” ( Cfr., Daniel 10:13c ). Según este texto, las luchas de los ángeles buenos y caídos, aun ahora, sobre la tierra, tienen cierta duración:

 “Cuando hayan pasado los mil años, Satanás será soltado de su prisión, y saldrá a engañar a las naciones de todo el mundo; saldrá a engañar a Gog y a Magog, cuyos ejércitos, numerosos como la arena del mar, reunirá para la batalla”., Cfr. El Apocalipsis 20:7-8.

“También se le permitió hacer guerra contra los que pertenecen al pueblo de Dios, hasta vencerlos; y se le dio autoridad sobre toda raza, pueblo, lengua y nación”., Cfr. El Apocalipsis 13:7.

“En el año 1864, Lucifer y gran número de demonios serán desatados desde el infierno...Los demonios del aire y el anticristo harán grandes prodigios sobre la tierra y en los aires, y los hombres serán más perversos cada día”., Cfr. Secreto de La Salette – Francia, ( 1858 ), # 11 y 29.

Nuestra Señora, a los videntes en Medjugorje: “A ustedes les espanta la guerra nuclear; pero yo les digo que mucho más terrible que una guerra nuclear es morir en pecado mortal. Un día Satanás se presentó delante del trono de Dios y le pidió permiso para poner a prueba a la Iglesia durante un período. Dios le permitió que lo hiciera durante un siglo. Este siglo está bajo el poder del diablo, pero cuando se realicen los secretos que les han sido confiados a ustedes, este poder especial será destruido. Ya desde ahora él ha empezado a perder su poder y por esto se ha puesto agresivo; él destruye los matrimonios, provoca divisiones entre los sacerdotes, crea obsesiones y asesinatos. Ustedes tienen que protegerse con la oración y el ayuno; sobre todo la oración comunitaria. Lleven en su persona unos signos benditos, póngalos en sus casas y vuelvan al uso del agua bendita”., Cfr. “El tiempo de los tiempos”, Lic. José Gregorio París García, Pág. 307, Los Mensajes de la Virgen en Medjugorje.

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“Fundamento Bíblico y Teológico”

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Lucifer ó Leviatán (  Cf., Salmo 104:26b ) y sus seguidores eran ángeles que vivían en la presencia de la Santísima Trinidad. Dios creó al Trono Luzbel para la gloria, pero él como criatura, hizo una libre elección hacia el mal. San Agustín ( 354-430 D. de Jc. ), decía que: “el Diablo estuvo en la verdad, pero no perseveró. Su defecto no estuvo en su naturaleza, sino en su voluntad”, que arrastró la de los otros ángeles rebeldes. Su caída se debió a las siguientes razones:

1.         Por su amor propio, cuando se quiso igualar al Eterno Dios:

“Tu belleza te llenó de orgullo, tu esplendor echó a perder tu sabiduría” ( Cf. Profeta Ezequiel “Tu belleza te llenó de orgullo, tu esplendor echó a perder tu sabiduría” ( Cfr. Profeta Ezequiel 28:17 ).

“No sea que se llene de orgullo y caiga bajo la misma condenación en que cayó el diablo” (  Cfr. San Pablo de Tarso en I Timoteo 3:6 ).

2.        Por su profunda envidia que sintió cuando Dios decidió hacer otras  nuevas criaturas con Alma, Cuerpo y Espíritu, a:  Adán y a Eva “ ( Cf. Génesis 2:7 y 18 ).        

3.        Por su profunda rabia que sintió cuando Dios le pidió que prestara sus servicios a  las nuevas criaturas ( Cf. Salmo 50:20b; 1 San Pedro 2:13ª ).

4.        Por su profundo desdén hacia Dios, cuando le reveló su Segunda Persona Divina; al mismo Señor Jesús ( Cf. Filipenses 2: 10-11; 1 Juan 3:8 ).

5.        Por su profundo rechazo de tener que amar también a la Madre de Dios, María Santísima ( Cf. El Apocalipsis 12:17 ).

6.        Por su profundo desprecio de tener que asistir a la Santa Iglesia Católica Apóstolica y Romana ( Cf. I Timoteo 3:14 al 16 ).

7.        Por su profunda cobardía frente a San Miguel  y los ángeles buenos ( Cf. Daniel 12: 1 al 4; 2 San Pedro 2:11 ).

8.        Por su profundo odio contra toda la Divina Creación ( Cf. San Pablo de Tarso a los Efesios 2:1-2 ).

9.        Por su profunda falta de conformidad con su morada infernal eterna ( Cf. El Apocalipsis de San Juan 20:10 ).

10.      Por su profundo desacuerdo con su nuevo nombre y figura misma repugnante  ( Cf. San Mateo 4:10b; 1 de San Pedro 5:8-9; Job 41: 9 ).

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“Algunos Ángeles caídos mencionados en la Biblia”

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“Protéjanse con toda la armadura que Dios les ha dado, para que puedan estar firmes contra los engaños del diablo. Porque no estamos luchando contra gente de carne y hueso, sino contra malignas fuerzas espirituales del Cielo, las cuales tienen mando, autoridad y dominio sobre este mundo oscuro. Por eso, tomen  toda la armadura que Dios les ha dado, para que puedan resistir en el día malo y, después de haberse preparado bien, mantenerse firmes”., Cfr. San Pablo de Tarso ( Año 67 D. de Jc. ), en su Carta a los Efesios 6:11.

San Macario (  290 – 347 D. de Jc. ) afirmaba que los ángeles rebeldes o “ángeles confederados” (  Cfr. ‘Mística Ciudad de Dios’, de S. María de Jesús de Agreda, Libro I, Capítulo 8, Pág. 58 ), “son tan numerosos como las abejas”.

Y, San Atanasio, patriarca de Alejandría ( 295-373 D. de Jc. ), decía que “el espacio está repleto de demonios”.

La misma S.Ana Catalina Emmerick Hiller ( 1774 – 1824 D. de Jc. ), aseguraba que “ellos oscurecerían hasta la luz del sol, y los veríamos siempre como sombras vagando delante de la luz. Eso sería insoportable para nosotros”., ( Cfr. Ob. Cit. Capítulo Uno, Pág. 12, III Parte, Tomo II y IV, Libro Uno ).

Abadón ( En el idioma hebreo ) o Apolión ( En el idioma griego ): que quiere decir “destructor” o “ruina” (  Las palabras preferidas de todos los demonios y almas condenadas ); es considerado “El jefe de las langostas. Que es el ángel del Abismo”., Cf. Apocalipsis 9:11.

Asmodeo: Demonio de la maldad, persecución y la muerte ( Cf. Tobías 3:8 ); y, que fue encadenado en Egipto por San Rafael ( Cf. Tobit 8:3 ).

Beelzebú: “Señor de las moscas”, llamado el “príncipe de los demonios” ( Cf. Mateo 10: 25 ). Los Fariseos acusaban a Jesús Nuestro Señor de recibir poder de este espíritu del infierno ( Cf. San Mateo 12:24; San Juan 8, 48-49 y 52; San Lucas 11:15 ).

Belial: “El Incrédulo”,  en hebreo ( Cf. 2 Corintios 6:15 ).

Azazel: “De los Juegos del Azar” ( Cf. Levítico 16:8 ).

Legión: Cuando son “muchos los demonios” que entran en una persona ( Cf. San Lucas 8: 30 ).

Impuros: Son de los “peores” ( Cf. San Lucas 11:26;  9: 37 – 43; San Marcos 16: 9 ).

Y, todos con una Jerarquía: “Otros, para tenderle una trampa, le pidieron una señal milagrosa del cielo. Pero él, que sabía lo que estaban pensando, les dijo: ¡Todo país dividido en bandos enemigos, se destruye a sí mismo y todas sus casas se derrumban una sobre la otra. Así también, si Satanás se divide contra sí mismo, ¿cómo mantendrá su poder?” (  Cf. San Lucas 11:16-18b ).

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“Los demonios en las distintas culturas y tradiciones”

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En las diferentes eras de la humanidad, con sus creencias ancestrales, se encuentran “dioses”, espíritus, guardianes, seres de las regiones subterráneas, maestros ancendidos que viven en reinos ocultos o señores de la muerte; como fueron Seth y Anubis en el Antiguo Egipto, Tiamat en Babilonia, Pazazú en la antigua Mesopotamia, Tifón para los griegos, Loki en los pueblos germanos y escandinavos; en el Extremo Oriente Yama, en Siberia o Mongolia lo llaman Erlik, Arimán en el Zoroastrismo; Shiva y Kali en el Hinduismo; Ao-oni y Aka-oni en el Budismo; también Baal en Fenicia y Caldea; Júpiter para los Romanos y Zeús para los griegos; Eblis para los musulmanes. Corrientes heréticas condenadas por la Iglesia Católica Romana como los Gnósticos, Maniqueos, Priscilianos, Cátaros, Bogomilos, Masones, Vudús, Davincianos y New Age; limitaban y limitan el poder del Altísimo por el del Lucifer, hasta hacer de él todo un gran “dios”.

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“Diferentes apariencias de Lucifer”

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Sobre el aspecto verdadero físico de Lucifer se conservan antiquisimos dibujos, estatuillas de broce, pinturas rupetres, mascaras, fotos y descripciones legendarias: en todas ellas hay aspectos según testimonios de la vida real y la imaginación popular que lo presentan como un ángel caído de tamaño normal con: cuernos, cabellos enredados largos o cortos, ojos rojos, azules o negros, la cara llena de arrugas, dientes filosos, lengua bífera, barba de chivo, cuerpo cubierto de escamas o víboras, enorme giba, cojo, pezuñas, larga cola, voz estridente, huele a huevo podrido y azufre, manos largas con uñas largas, de inteligencia muy aguda, risa burlona, vestido de negro o gris oscuro, etc.

Otras veces su aspecto lo oculta, presentandose como una hermosa persona humana, un ángel de luz ó como un docil o terrible animal. A Rufino, amigo de San Jerónimo ( Cf., Siglo IV ); llegó a visitarlo con el aspecto de Jesús; exactamente le ocurrió lo mismo a S.Josefa Menendez ( 1890 – 1923 D. de Jc. ).

San Pacomio vio al demonio ( 290 – 346 D. de Jc. ) como una bella doncella de raza negra; el santo monástico expulsó a la falsa aparición de un golpe de su mano, después, el hedor quedó impregnado por varios meses. San Macario de Egipto ( 301 – 392 D. de Jc. ), fue hostigado por una chusma de ángeles caídos.

A San Nicolás de Mira ( Siglo IV D. de Jc. ), se le apareció en su monasterio un “ángel radiante de luz”, pero con una gran cola; A San Martín de Tours ( 315 – 397 D. de Jc. ), en forma de monaguillo burlón mientras oficiaba la santa misa; a San Benito ( 480 – 547 D. de Jc. ), como un mirlo negro; a Santa Viridiana ( 1182-1242 D. de Jc. ), como dos serpientes que la mortificaron mucho los últimos años de su vida terrenal.

Santo Domingo de Guzmán ( 1170-1221 D. de Jc. ), observó a un gato con un penetrante olor a azufre; San Estanislao Kostka ( 1550 – 1568 D. de Jc. ), rechazó en tres oportunidades con la señal de la cruz, a un horrible mastín negro.

Don Francisco de la Torre, durmiendo en una alcoba próxima a la del San Martín de Porres ( 1579 – 1639 D. de Jc. ), vió una noche con espanto como el Frayle, mientras anatematizaba a los demonios invisibles, era sacudido y volteado por éstos en todas direcciones, al tiempo que se producía un incendio. Después se hizo la paz y el silencio. Cuando a las tres de la madrugada, según costumbre, se levantó Fray Martín para tocar el Angelus. Su amigo Francisco se levantó para ver a la luz de una vela los destrozos causados en la habitación, pero lo hallo todo en orden y sin ninguna señal de quemaduras.

A Santa Rosa de Lima ( 1586 – 1617 D. de Jc. ), como un perro sarnoso que amenazaba con atacarla, o como un galán seductor; A San Juan María Vianney ( 1785 – 1859 D. de Jc. ), como un perro negro que él llamaba el “zarpas”.

San Juan Melchor Bosco ( 1815 – 1888 D. de Jc. ) describió a Lucifer como un furioso Elefante y a los demonios como repugnantes animales; Frente a la misma Santa Gemma Galgani ( 1878 – 1903 D. de Jc. ), asumío el aspecto de mico negro, como de Cristo flagelante, con el corazón abierto todo ensangrentado; o como ángel guardián, que al ser descubierto desaparecía en una gran llamarada dejando en el suelo un montón de cenizas.  Otras apariencias, mencionadas frente a los santos son: león, ratón, leopardo, oso, caballo, toro, camello, lobo, zorro, cuervo, pavo real, mosca, escorpión, murciélago, lechuza, etc.

Santa Ildegonda Piagnerelli ( 1847 – 1881 D. de Jc.), vio “ un día a Lucifer maldiciendo con terribles aullidos su condición miserable. Dime, le preguntó la vidente, ¿por qué te afanas tanto en que se ofenda a Dios? ¿Qué provecho sacas con precipitar contigo tantas almas al Infierno? Respondió el Diablo que el dolor más terrible que padecía era ver a los humanos subir al Cielo, de donde él había sido arrojado….Y verán a Dios, que yo nunca jamás veré, con esta figura grotesca que ya tengo, por una Eternidad”.

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“Ataques diabólicos”

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Estás visiones demoníacas iban acompañadas de levitaciones, olores, temblores, ruidos, alucinaciones aterradoras, gritos, blasfemias, obsenidades, tentaciones de todo tipo, a veces cantando salmos, recitando versículos de las Escrituras o diciendo pequeñas verdades, antes de proferir una gran mentira ( Cfr. San Pablo en 1 Corintios 12:10 ).

“Una vez ocurrió lo siguiente. Los días en que tenemos un servicio fúnebre a las nueve en nuestra parroquia, podemos comulgar a las siete. Esa mañana en particular llegué a las 06:45 a.m. y era la única presente. De pronto, mí sacerdote entró apurado y sin hacer la genuflexión se dirigió rápidamente hacia mí y me dijo: “¡Hoy no podrás recibir la Santa Comunión!”. Y salió corriendo de la Parroquia, otra vez sin hacer la genuflexión frente al tabernáculo y cerrando la puerta violentamente detrás de sí. Esto no era para nada común él y me pregunte qué estaba pasando. A las siete menos tres minutos entró nuevamente, caminó a lo largo de la Parroquia e hizo la genuflexión, como normalmente lo hace cada vez que entra a la Sacristía. Lo observé pensando que no iría hacia allí si yo, que era la única en la Parroquia ese día, no podía comulgar. No había nadie allí. Extrañada, me paré y me dirigí también hacia la sacristía, golpeé la puerta y entré a verlo. “¿Por qué no puedo recibir la Comunión hoy, padre?”, le pregunté. “Quién le dijo eso?”. “¡Bueno, usted me lo dijo hace sólo diez minutos cuando ingresó por primera vez a la parroquia...?”. “¡Por supuesto que hoy puedes recibir la Santa Comunión! No entré al Templo hasta ahora. No te preocupes, Satanás está jugando su juego nuevamente”., Cf. “¡Saquennos de Aquí!”, La Vidente María Simma habla con Nicky Eltz, Capítulo 21, Págs. 149 y 150 ( 2005 ), Argentina S.A.

Incluyendo ataques físicos ( Cf. San Marcos 9:22; San Lucas 22:31; 1 San Pedro 5:8 ); como a San Antonio de Abad ( 251 –356 D. de Jc. ), a quien un grupo de espíritus malignos lo golpearon hasta dejarlo inconsciente; a San Hilario de Poitiers ( 315 – 367 D. de Jc. ), Lucifer saltó sobre sus espaldas para azotarlo; al Santo Cura de Ars ( 1785 – 1859 D. de Jc. ), lo arrojaba de la cama, le soplaba en la cara, le tiraba toda clase de cosas como excremento y hasta trató de prenderle fuego a su habitación. Una vez le gritó Lucifer: “¡Faldinegro odiado....Agradézcale a “esa” que llaman Virgen María, y si no ya me lo habría llevado al Abismo...!”.

Un día en una misión, varios sacerdotes jovenes dijeron que eso de apariciones del demonio eran puros cuentos del Padre Vianey o Cura de Ars. El santo párroco los invitó a que fueran a dormir a su casa. Y cuando empezaron los tremendos ruidos y los espantos diabólicos a mover los muebles y cortinas, salieron todos huyendo en pijama hacia el patio y no se atrevieron a volver a entrar al dormitorio del famoso padrecito, ni a su casa y ni a volver a burlarse de la presencia maléfica de los espíritus malignos causando disturbios físicos, insomnio, dolores de cabeza o de estómago, un malestar general que estando en otro lugar no se manifiesta. Pero él santo presbítero francés lo tomaba con toda calma y con buen humor, les decía: “¡Con el patas hemos tenido ya tantos encuentros, que ahora parecemos dos compinches!”. Y, con todo y a todo momento no dejaba de quitarle almas y más almas a los ángeles caídos.

Baudelaire Charles ( 1821 – 1867 D. de Jc. ) afirmó, justamente que la obra maestra de Satanás, en la era moderna, “es de hacernos creer que no existe”. Por consiguiente no es fácil imaginar que Lucifer haya dado prueba de su existencia, cuando ha sido obligado a afrontar a San Fray Pío de Pietrelcina ( 1887 – 1968 D. de Jc. ) en “ásperos combates”. Tales batallas, tal como es reconocido en la correspondencia epistolar del santo fraile capuchino en sus directorios espirituales, fueron reales combates, siendo la última con sangre.

Estas luchas entre el Padre Pío y Lucifer se agriaron cuando el santo cura del convento S. María delle Grazie San Giovanni Rotondo, liberó a los poseídos. Más de una vez, antes de salir del cuerpo de los pecadores, le gritaba: “¡Padre Pío nos das más molestias tú que San Miguel!”.

El Padre Pío llamaba a Lucifer “Barba Azul”. “Él ha venido a mí casa asumiendo todas las formas. Desde varios días acá, me viene a visitar, junto con otros de sus espíritus infernales armados de bastones y piedras. Lo que es peor, es que ellos, vienen con sus semblantes. Tal vez cuántas veces, me ha sacado de la cama y me ha arrastrado por la habitación...!”., Cfr. Carta de Fray Pío al Pbro. Agostino, del 18 de Enero de 1912.

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“Jesús y Lucifer”

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En la actualidad todavia sabemos muy poco acerca de la opresión demoníaca y de su liberación porque hemos reflexionado no lo suficiente sobre las ricas enseñanzas que encierran las Sagradas Escrituras, las discertaciones de los Sumos Pontifices y Santos Doctores católicos; y, de los testimonios revelados por varios santos sobre este importante tema.

Para el primer Papa de la Iglesia Universal, San Simón Pedro, tuvo tanta importancia el Ministerio Liberador de Jesucristo que dijo en la casa de Cornelio estas palabras: “Jesús anduvo haciendo bien y sanando a todos los que sufrían bajo el poder del diablo. Esto pudo hacerlo porque Dios estaba con Él, y nosotros somos testigos de todo lo que hizo”., Cfr. Los Hechos 10:38c-39ª.

“El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo peca desde el principio. Precisamente para esto ha venido el Hijo de Dios: para deshacer lo hecho por el diablo”., Cfr. 1 San Juan 3:8.

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“Jesús es tentado por Lucifer”

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San Mateo, San Marcos y San Lucas nos describen claramente de las tentaciones que sufrió Jesús de Nazaret en el desierto. Los evangelistas Mateo y Lucas nos revelan que “Jesús fue conducido al desierto por el Espíritu para ser tentado por el diablo” ( Cfr. San Mateo 4:1; San Lucas 4:1 ).

Mientras el Evangelista San Marcos se limita a decir que “permanece en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás” ( Cfr. San Marcos 1: 13 ).

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San Mateo y San Lucas nos describen  sus tentaciones:

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a.        “El diablo se acercó entonces a Jesús para ponerlo a prueba, y le dijo: - Si de veras eres Hijo de Dios, ordena que estas piedras se conviertan en panes”., Cf. San Mateo 4:3.

b.        “Luego el diablo lo llevó a la santa ciudad de Jerusalén, lo subió a la parte más alta del templo y le dijo: - Si de veras eres Hijo de Dios, tírate abajo; porque la Escritura dice: ¡Dios mandará que sus ángeles te cuiden!”., Cfr. San Mateo 4:5-6.

c.        “Finalmente el diablo lo llevó a un cerro muy alto, y mostrándole todos los países del mundo y la grandeza de ellos, le dijo: -Yo te daré todo esto, si te arrodillas y me adoras”., Cfr. San Mateo 4:8-9.

S. Ana Catalina Emmerick nos dice, que estaba “oculta a Satanás la divinidad de Jesús y su misión”... “Satanás no tenía certeza ni conocimiento de la Divinidad de Cristo: lo creía un profeta. Había observado la santidad de su infancia y juventud, y la santidad de su madre, a quien nunca pudo llegar con sus tentaciones, pues ella no las recibía”... “Le intrigaba a Satanás ver que Jesús, profeta según su parecer, no tenía los modos farisaicos y severidades de ley en los usos y costumbres con sus discípulos; lo tenía por un hombre, ya que veía que ciertas cosas exteriores escandalizaban a los fariseos”... “Como viera que Jesús se mostraba a menudo con celo, quiso tentarlo, como si fuese un discípulo que le quería seguir; y como lo veía tan bondadoso, lo quiso tentar en forma de un anciano débil y disputar con Él como si fuese un esenio. Por esto he visto una vez a Satanás en la entrada de la cueva, bajo la forma de un Joven”., Cfr. Visiones y Revelaciones Completas de Ana Catalina Emerick, Capítulo II y III, Págs. 451 y 454; Tomo Segundo, libro II y V.

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“Satanás envió arriba la figura de siete o nueve de sus discípulos, uno tras otro”... “Una tarde mientras Jesús rezaba de rodillas, he visto a Satanás, en luminosa vestidura, flotando por los aires y subiendo la ladera escarpada de la montaña. Satanás se presentó luminoso, semejante a un ángel; pero Jesús ni lo miró siquiera. Veo que en estos casos la luz de Satanás nunca es transparente, sino con un brillo superficial e imitado; y su mismo traje hace impresión de dureza, mientras veo las vestiduras de los ángeles transparentes, ligeras y luminosas”... “Entonces ví a Satanás terriblemente rabioso e hizo ademán como si quisiese aferrarlo con sus garras a través de esa abertura; su rostrro y aspecto eran espantosos. Jesús no le dirigió siquiera una mirada. Satanás desapareció”... “Lo he visto trepar cansadamente por la montaña; tenía una luenga barba y solo una piel por vestidura; pero a pesar de esto lo reconocí por no poder disimular algo de artero y de puntiagudo en su rostro”... “He visto a Satanás aparecer en forma de un hombre de aspecto venerable y que venía de Jerusalén”... “Se presentó Satanás en forma de un piadoso ermitaño”... “Vino Satanás en forma de un viajero”... “Satanás vino de nuevo a la cueva de Jesús, esta vez como un maestro de artificios y como sabio”... “Satanás no sabe qué hacer con Jesús. Conoce las profecías que hay sobre Él y siente que tiene Jesús un poder que otros no tienen; pero no sabe que es Dios, ni sabe de fijo que es el Mesías que no puede ser tocado en sus obras; porque lo ve en muchas cosas tan humano; lo ve ayunar, sufrir tentaciones, tener hambre y sed y padecer como los demás hombres. Satanás es en esto tan ciego, en parte, como los fariseos. Lo tiene por un hombre santo y justo, a quien conviene tentar para hacerlo caer en falta y ponerlo en turbación”... “Hacia la noche vino Satanás en forma de un hombre grande y fuerte, subiendo la montaña. Había levantado abajo dos piedras del tamaño de pequeños panes, con ángulos; y mientras subía les había dado forma de panes en sus manos”... “Extendió sus garras contra Jesús y vi las dos piedras en sus manos”... “Ví a Satanás volar hacia Jesús como un ángel  poderoso, con gran estrépito. Estaba con vestiduras guerreras, como veo con frecuencia a San Miguel. Pero en Satanás siempre se descubre algo repelente y de opaco, aún en su mayor brillo. Se gloriaba delante de Jesús”... “Creo que todo esto no era sino artificio de Satanás. Jesús no le respondió. Satanás lo tomó por las espaldas y lo llevó por el aire, volando bajo, hasta Jerusalén; lo puso sobre la punta de una de las torres de las cuatro que había sobre el templo”... “Satanás, entonces, de un vuelo bajó a tierra, y dijo: “Si Tú eres el Hijo de Dios, muestra tupoder y déjate caer”... “Vino entonces Satanás todo rabioso contra Él, y Jesús dijo: “¡Usa del poder que se te ha dado!”. Lo tomó entonces Satanás de los hombros y furioso voló con Él a través del desierto, hacia Jericó”... “Satanás puso a Jesús sobre un pico de la montaña, que era inaccesible y más alta que la cueva misma. Era de noche; pero conforme Satanás señalaba a un lado o a otro se veían los más hermosos paisajes de todas partes del mundo”... “Entonces vi a Satanás, en espantoso aspecto, precipitarse de la montaña, caer en lo profundo y desaparecer como si se lo hubiese tragado la tierra”... “Después de esto vi una multitud de ángeles aparecer al lado de Jesús, inclinarse ante Él y llevarlo delicadamente en las palmas a la cueva, donde había comenzado su ayuno de cuarenta días. Había allí doce ángeles y otros grupos de ayudantes en determinado número”., Cfr. Visiones y revelaciones completas de S. Ana Catalina Emmerick, Epoca Tercera, Capítulo III al VI,  Pág. 454 a la 461, Tomo Segundo, Libro 2 y 5.
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“Entonces el ‘diablo’ se apartó de Jesús, y unos ángeles acudieron a servirle”., Cf. San Mateo 4:11.

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 “La acción de Jesús sobre la presencia maligna”

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El Presbitero Lamy, S.J., poseído por un tiempo, a raíz de un ofrecimiento voluntario, describe la presencia de Satanás en esta forma en las personas: “Satanás se me presenta alto y de hermosa presencia, cabellos rubios, barba corta y atildada. Lo veo como un hombre fuerte, de recia musculatura, vestido con una especie de peplo de forma griega, de color blanco, que le llega hasta los pies. Veo que de continuo se levantan a lo largo de su cuerpo, por la túnica y la barba, dos llamaradas desde los pies hasta la coronilla de la cabeza, donde parece que se juntan en un haz. Unas llamas más densas son de un color negro como pez hirviente y las otras como lenguas de fuego de color común. El sufre y calla. No le estorban estos tormentos en sus movimientos. Cuando María Santísima me hace el favor de mostrármelo en su aspecto de fuego, me persuado de que sufre horribles tormentos, aunque lo vea sereno”., Cfr., Ob. Cit. Pág., 454 # 3.

“Jesús conminó al espíritu inmundo” ( Cf. San Marcos 1:23 ).

“Manda a los espíritus inmundos y le obedecen” ( Cf. San Marcos 1:27 ).

“Espíritu inmundo, sal de este hombre” ( Cf. San Marcos 5:8 ).

“Espíritu sordo y mudo, yo te lo mando: sal de él y no entres más en él” ( Cf.   San    Marcos 9:5 ).

“Jesús convocando a los Doce les dio poder sobre todos los demonios” (  Cf. San Lucas 9:1 ).

“Jesús llamó a sus doce discípulos, y les dio autoridad para expulsar a los espítus impuros y para curar toda clase de enfermedades y dolencias” ( Cf. San Mateo 10:1 ).

“Váyanse al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles” ( Cf. San Mateo 25:41).           

“Y, expulsado el demonio rompió a hablar el mudo” ( Cf. San Lucas 12:23 ).

 “Pidieron a Jesús que no los mandara al abismo” ( Cf. San Lucas 8:31 ).

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“María Santísima es tentada por Lucifer”

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La Santísima Virgen estaba felizmente exenta de la corrupción original, gracias a la Inmaculada Concepción. Por tanto, le era a Lucifer más difícil tentarla.

Los Espíritus infernales presentaron a su imaginación toda suerte de malos pensamientos contrarios a las virtudes teologales y morales. María, extrañada de estos pensamientos tan extraños, refugióse en la oración. ¿Qué podían hacer los malos pensamientos en un alma pura, que, no prestándoles ninguna atención, se acogía a su corazón, y absorbía en oraciones tan llenas de humildad, de confianza y de amor? Los demonios sintiéronse vencidos., Cfr., S. María de Jesús de Agreda, Mística Ciudad de Dios, Libro II, Capítulo 18, # 689 a 706, Pág. 291 a 298.

Pero a Lucifer una sola cosa le llamó la atención: la Santidad cada vez más grande de María de Nazareth. El enemigo la había tentado, sin provecho alguno en el Templo, poco antes, de sus desposorios. Bien presente tenían Lucifer y sus demonios su derrota, pero no se acobardaron por eso, esperaban vencerla, si la atacaban reunidas todas sus fuerzas.

Todos los siete pecados capitales, y los que se derivan de ellos tienen sus demonios titulares, que son los jefes de estos vicios. Cada una de estas legiones infernales, empezando por la del orgullo, debía librar un ataque particular. Más la Virgen Santísima estuvo imperturbable por las siete virtudes capitales que practicaba en grado sumo.

Entonces la casa de Nazaret fué sacudida por ellos violentamente como si fuera a desplomarse por un terremoto. Llenáronla de fuego y azufre para sofocar a María. Al mismo tiempo sus espantosos rugidos hubieran herido de muerte a todos los habitantes de Nazareth, si llegaran a oirlos. No lo permitió Dios. Sólo la Virgen Santísima los oyó. También María sola se vió rodeada por una porción de hediondas bestias que la amenazaban. Y, María estuvo serena.

De repente estos seres perversos se transformaron en ángeles de luz, y llegándose a la Divina Madre decían: “Venciste, venciste; fuerte eres, y venimos a asistirte y premiar tu invencible valor”., Cf. Obra Cit., P. II, 1. III, c.XXVII, # 343.

“El diablo ha sido un asesino desde el principo. Nunca se ha basado en la verdad, y nunca dice la verdad”., Cf. San Juan 8:44d.

Pero, la Madre de Dios estuvo tranquila. Cuando las siete legiones de espíritus infernales fueron rechazados con pérdidas en cada uno de sus ataques particulares, reuniéronse para librar contra María un asalto general. Esta batalla no podía durar siempre. Para poner un término, Nuestro Señor sugirió a su Madre que usara de su autoridad de Madre y del poder que la daba esta gran dignidad. Por eso María, volviéndose hacia los demonios, les dijo tres veces estas palabras de San Miguel: “¿Quién cómo tú, Señor?”., Cf. Salmo 35:10ª. Y dirigiéndose en seguida a Lucifer, añadió la Madre del Cielo: “En nombre del Altísimo te mando que enmudezcas, y con tus ministros te arrojo al profundo de las cavernas infernales”., Cf. Ob. Cit. P. II, 1.III, c. XXVIII, # 370.

Lucifer y sus demonios no pueden tentar a los hombres a merced de su malicia, y usando de todas sus fuerzas naturales. Si tuvieran esta libertad, bien pronto habrían hecho desaparecer la especie humana del universo. Su poder está limitado por sabias y numerosas restricciones. Dícenos San Pablo: “Fiel es Dios, que no permitirá seáis tentados sobre vuestras fuerzas”., Cf. I Corintios 10:13.

Cuando los ángeles rebeldes se pusieron a ejecutar sus negros designios contra la Iglesia Cristiana Católica naciente, ofrecióse en seguida María a Dios para sufrir en lugar de los fieles. El Padre Celestial  hizo comprender a María cómo no era posible librar por completo de todas las pruebas a los doce apóstoles y a los discípulos. Debían merecer sus coronas por el trabajo y el sufrimiento. No obstante, para consolar el Corazón Inmaculado y Adolorido de esta Santa Madre, le permitió economizar la pena a sus hijos hasta el fin de los tiempos, entregándola aun a Ella misma a los furores de Lucifer, por manera que María pudo otra vez combatirle y vencerle., Cf. Ob. Cit. P.III, 1. VII, C.VI, # 312.

La Santísima Trinidad revistióla de celestes armaduras como escudos impenetrables, y la colocó a la cabeza de sus armadas, proponiéndose hacerla victoriosa en todas las batallas que María debía librar para la gloria de su nombre. A continuación de esto, Dios concedió a lucifer y sus huestes infernales la libertad de atacar de nuevo a la Santísima Madre. Esto fue para este ser perverso ( un Ex – Trono ) una indecible alegría. Olvidó todas las humillaciones de sus precedentes derrotas ante Jesús, ante San José, ante María Santísima, ante los Apóstoles y ante los Discípulos. Como su presunción se eleva inmensamente sobre sus fuerzas, prometióse tomar un desquite brillante contra Jesús, por medio de su Santa Madre; o, al menos, quitar la vida a esta humilde mujer, si no conseguía hacerla caer en el pecado.

Esta última batalla librada por todo el infierno contra la Madre del Señor Jesucristo fue verdaderamente terrible. Duró mucho tiempo. El primer asalto fue una tentación de orgullo. Es el vicio preferente del demonio. La Santísima Madre había destruido el Templo de Diana, lo cual llenó a los demonios de furor. Disimulando su gran despecho, tomaron de nuevo la forma de ángeles de luz, y acercándose a María para adularla, comenzaron a tentarla con palabras. Estas adulaciones tan poco disimuladas, sirvieron de estímulo para excitar más la humildad de Nuestra Señora. Respondió María con una actitud humilde, despreciándose a sí misma como nunca lo había hecho. Semejante espectáculo fue para Lucifer y sus demonios un inaguantable suplicio. Retiráronse por algún tiempo, y Nuestra Señora dio gracias muy reconocidas a Dios, Uno y Trino por esta victoria., Cf. Ob. Cit. P.III, 1. VIII, c. IV, # 452.

Poco después, la Santísima Virgen y San Juan partieron de Éfeso y fueron a embarcarse. En vista de esto, los demonios se regocijaron bastante. Jamás habían tenido éxito para hacer morir a la Madre de Dios por la mano de ningún asesino. Grandes  esperanzas concibieron de hacerla morir en un naufragio. Valiéndose del poder que Dios les había concedido sobre la naturaleza material, levantaron una horrenda tempestad. Sin cesar los ángeles de guarda de María Santísima debieron sostener milagrosamente el navío a fin de impedir que fuera hundido en los abismos formados por las elevadas olas como de montañas. La travesía que hubiera podido hacerse en menos de una semana, duró quince días, durando la tempestad catorce. María no perdió por un minuto su tranquilidad. Llevó la confianza a San Juan, a la tripulación y a los pasajeros. Experimentando los peligros de los viajes, de la navegación, oró de nuevo por aquellos que por oficio o por necesidad se habían de ver en estos peligros, y Dios renovó la promesa de socorrer a todos los que recurrana su intercesión. Entonces Nuestra Señora ordenó a los demonios que se alejaran del mar y mandó a los vientos y al mar se calmasen. En seguida fue obedecida. Al siguiente día pudo desembarcar en Jaffa y llegar a Jerusalén.

Los últimos asaltos librados por el infierno contra María tuvieron lugar dos meses después del Concilio de Jerusalén, y duraron un año entero. Al volver Satanás o Lucifer a la presencia de María en el cenáculo, acompañado de todos los demonios del infierno, se valió contra María Santísima, recurriendo a todas las siete astucias de que él disponía.  Pero antes, por orden del Señor, María les hizo la prohibición formal de perseguir a la Iglesia naciente durante los años que Ella permaneciera sobre la Tierra. Conviene leer el relato real en el capítulo XII del Apocalipsis, porque la batalla referida en este capítulo por San Juan será librada tres veces por Nuestra Señora. Ya van dos veces., Cf. Ob. Cit. P.III, 1. VIII, c.VII, # 515.

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“Los Apóstoles y Discípulos del Señor contra Lucifer”

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 Nuestro Señor Jesús, continúa y completa la misión de los profetas en el Antiguo Testamento: ha venido a fundar el Reino de Dios reunificando a todas las personas en un solo rebaño. Ese pueblo ha de continuar su misión hasta que El vuelva al final de los tiempos. Nuestro Señor Resucitado al regresar a la Eternidad pasa a ser la cabeza invisible de la Iglesia Católica. Pero previendo esto organiza una estructura visible que sea la que sostenga la Iglesia que se construye en el tiempo, con la luz del Espíritu Santo.

Nuestro Señor desde el comienzo de su santa vida pública se rodeo de muchos discípulos, y de entre ellos escogió a Doce para asociarlos a su misión ( Cf. Marcos 3:14-19 ). A ellos da Jesús ( Yesúah ) una instrucción muy especial, y llegan a constituir un grupo definido, tan definido que tienen un nombre propio: ‘los Doce” ( Cf. San Marcos 6:7; 10:32; 11:11; 14:17; San Mateo 20:17 ). Juntos acompañaban siempre a Jesús, juntos son enviados, juntos actúan. Así mismo como Dios, Uno y Trino en el Antiguo Testamento al hacer su pueblo escogió a doce Patriarcas, de donde nació Israel, de la misma manera Cristo constituye su Reino escogiendo doce apóstoles ( Cf. San Lucas 22:29-30 ).

Los Doce forman una verdadera ‘institución’, un verdadero ‘colegio’. Es el grupo que aprendió de Jesús y luego enseñó de él; que vio obrar los milagros de Jesús y que después volveria a repetirlos en el Nombre de él mismo. Ellos hacen las veces de quien los envía: Jesús, su Señor. De hecho los Doce son los verdaderos dobles de Nuestro Señor el único Carismático ( Cf. San Mateo 10:40 ). Ellos reciben del Mesías el poder de enseñar y predicar la Palabra de Dios ( Cf. Mateo 28:19-20 ); de Santificar a las almas ( Cf. Juan 20:23 ); el de Pastorear el Pueblo de Dios (  Cf. Hechos 1:8 ), y el de sanar y expulsar a los demonios de los cuerpos y almas enfermas en el Nombre de su Santa Persona ( Cf. Hechos 5:12-16 ).

“También de los pueblos vecinos acudía mucha gente a Jerusalén, trayendo enfermos y personas atormentadas por espíritus impuros; y todos eran sanadaos”., Cf. Los Hechos 5:16.

“Volvió Andrés a Acaia y allí sanó a un endemoniado”., Cf . Tomo Cuarto, Libro II y 10, Pág., 288, Capítulo 1, # 2. Visiones de S. Ana Catalina Emmerick.

En la India, “Tomás convirtió también a la hija del Rey y a su esposo, que estaba poseído por un demonio”.,Cf . Tomo Cuarto, Libro II y 10, Pág., 298, Capítulo 1, # 8. Visiones de S.Ana Catalina Emmerick.

En Asia y Abisinia Bartolomé, “mandó al demonio se mostrase tal cual era, para que viesen los paganos a quien adoraban. El demonio se mostró en forma de un hombre negro y espantable, y delante de ellos se hundió luego en la tierra”., Cf. Tomo IV, Libro II y X, Pág., 301-302, Capítulo 1, # 9. Visiones de S.Ana Catalina Emmerick.

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Karma y no Pecado, según Lucifer

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El Pecado dice San agustín, es “toda palabra, acto o deseo contra la Ley de Dios”., ( Cf. Contra Faustum I, 22c.27: PL 42.418 ).

 Es la transgresión, voluntaria, de la Ley Divina. Para que haya pecado se requiere que la acción reuna tres condiciones: materia grave, plena advertencia y perfecto consentimiento. El origen del pecado se remonta a la caída de varios ángeles en el cielo y a nuestros primeros padres Adán y Eva, que se dejaron tentar por Lucifer.

Todos tres por actos de soberbia, se rebelaron a la Voluntad Divina, con plena conciencia de las consecuencias que tendrian: el romper la amistad con el Creador.

Por cierto no se puede confundir el ‘pecado’, con la Ley del Karma. En Sánscrito = acción, del verbo Kri: ‘hacer’. Es una crencia central del Budismo, el Hinduismo y el Jainismo y apoyada por la New Age. Son creaciones de Lucifer después del Diluvio Universal. En Pali se dice karma y en birmano Kan.

Esta ley asegura la responsabilidad por cada pensamiento, acción y palabra durante cada vida y en las futuras. Crea ciclos que determina la naturaleza de la próxima vida o reencarnación. Según el Movimiento de la Nueva Era, en la próxima ‘era’ la gracia divina romperá el ciclo kármico.

El Karma implica que las personas son arquitectas de su propio destino, se cosecha lo que se siembra. Karma no es lo mismo que predestinación, pues es construido y cambiado por nosotros mismos. Es una Ley universal absoluta de retribución compensativa de acción- reacción. El karma puede ser superado y transformado.

En sintesís, esta ley es enteramente arbitraria. Lleva a absurdos. Es fatalista. Niega totalmente la bondad y la misericordia de Dios. Niega la libertad de la persona humana y de hecho no nos hace progresar en las virtudes cristianas.

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Reencarnación y no Resurrección, según Lucifer

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La reencarnación ( metensomatosis, palingenesia, reincorporación, metensomatosis, metempsicosis, pluralidad de existencias, vidas sucesivas, eterno retorno, progreso continuo, cambio de cuerpo, transmigración de almas, etc.) es otra creación de Lucifer según la cual el alma, después de la muerte, se separa del cuerpo y toma otro cuerpo para continuar otra vida mortal en cualquier parte del universo creado por Dios. Según esta creencia, las almas en sus cuerpos o envolturas pasan ciclos de vidas y muertes, aprendiendo de la creación infinita, con dolor o sin dolor no visto desde la óptica cristiana.

Un día, San Antonio el Grande, el célebre Abad Católico Egipcio, meditaba en el desierto: “¿Por qué algunos mueren tras una vida corta mientras otros llegan a una envidiable vejez? ¿Por qué algunos son pobres y otros ricos? ¿Por qué los injustos se enriquecen y los justos pasan necesidad? Entonces oyó la voz del Señor Jesús que le respondía: “¡Antonio, Antonio! Ocúpate de ti mismo, pues eso pertenece al Juicio de Dios y a ti nada te aprovecha saberlo”., Cf. Testimonios y Enseñanzas de los Padres del Desierto, C. Tescaroli. Publicado en la Revista: Tierra Santa. Mayo-Junio 2002 – jerusalén # 756.

La reencarnación está vinculada a los conceptos del Karma ( El falso castigo o infierno de Lucifer ) y el Darma ( El falso premio o cielo de Lucifer ), según los cuales cada persona humana o criatura en el universo paga por su buen o mal comportamiento en sus próximas existencias ( Purgatorio ). El alma de quien tenga un buen comportamiento ‘transmigrará’ encarnándose en un ser superior;y, quién tenga un mal comportamiento en pensamiento, palabra u obra encarnará como un ser inferior. Y, como resultado final después de muchas reencarnaciones el alma o chispa divina se convierte en ‘espíritu puro’ que no necesita más reencarnaciones. Entonces se sumerge para siempre en la eternidad del Absoluto, Brama o Mente Universal.

Las Sagradas Escrituras desconocen totalmente la reencarnación. Tanto la Torá en su texto directo como códificado, no enseña para nada de la reencarnación. De igual forma otros textos del Antiguo Testamento, la rechazan: 2 Samuel 12:22-23; 14:14; Job 10:21-22; Salmo 39:14; Sabiduría 16:14, etc.

También la doctrina del Nuevo testamento es incompatible con la reencarnación. El Nuevo Testamento enseña y advierte que después de la muerte no se regresa a otra vida en la tierra, sino, que pasamos enseguida al Juicio y posteriormente al Purgatorio, al Cielo, o, al Infierno mismo. Sus textos, son claros y precisos: San Lucas 16:19-35; 23: 43; San Mateo 25:31- 46; Filipenses 1:23-24; 1 Corintios 15:42- 44; Hebreos 9:27,etc.

“Las almas después de su viaje por la Tierra, no entran a ningún cuerpo. No regresan al de un animal, porque no es conveniente que una cosa tan sobrenatural, venga a vivir en el cuerpo de un bruto. No regresa al de otro hombre, ¿Cómo podría premiarse al cuerpo unido con un alma en el último Juicio, si esa alma tuvo diversos cuerpos, cual vestidos? Se dice, según los seguidores de tal teoría ( de la reencarnación ), que el último cuerpo es el que goza, porque por purificaciones sucesivas, en vidas diversas, el alma, sólo en la última reencarnación, llega al estado perfecto para poder ser premiada. ¡Error y Ofensa! Es un error y ofensa contra Dios, porque admite que no se pudo haber creado sino un limitado número de almas. Error y ofensa contra el hombre, al juzgarlo tan corrompido que difícilmente puede ser premiado ( en una sola vida ). No recibirá el premio inmediatamente; la mayor parte de las veces deberá sufrir una purificación al final de la vida ( el Purgatorio temporal ). Purificación es prepararse al gozo. Por lo tanto el hombre que se purifica, es uno que se ha salvado. Y, si se salva, gozará, después del último día ( el del Juicio Universal ), con su cuerpo. No podrá tener sino un cuerpo para su alma, sino una vida que compartirá con el cuerpo que le dieron sus padres, y con el alma que el Creador le dio para vivificarlo. No es posible reencarnarse”., Cf. Jesús Nuestro Señor a su hija la Vidente María Valtorta, ‘El Hombre-Dios’, Vol. IV, Pág.603.

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Veamos, no obstante, los puntos que los patrocinadores de la reencarnación aducen en su favor. De ellos daremos un concepto general y son seis los grandes argumentos presentados por los reencarnacionistas:

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1.        El  Histórico.

2.        El  Cristiano.

3.        El  Filosófico.

4.        El  Patrístico.

5.        El  Sicológico.

6.        El  Espiritista.

Hay varios pueblos antiguos que, no obstante haber aceptado la inmortalidad del alma, jamás admitieron la doctrina de la reencarnación. El documento escrito más antiguo de que tenemos información y que manifiesta claramente ideas reencarnacionistas, data de finales del siglo VI y principios del siglo VII antes de Jesucristo y señala el fin de la época védica, en la India. No existe conocimiento de un solo fragmento de vaso, papiro o documento que nos permita retroceder más en el tiempo, en ninguna parte del mundo.

Se ven notables exageraciones como también lamentables generalizaciones en las apresuradas y optimistas afirmaciones de los defensores de la reencarnación en todas sus épocas, regiones y sectas.

Mientras que los cristianos, después de la ascensión de Nuestro Señor Jesucristo, profesan su fe con estas palabras: “Creo en la resurrección del único cuerpo físico, que tuvimos”, o, “Creemos en la resurrección de la carne.Amén”.

En conclusión, no hay argumento cristiano, como no hay argumento patrístico hasta hoy  que pruebe la realidad de las vidas sucesivas de la persona humana sobre el planeta Tierra.

“Lo que hay, y en notable superabundancia, es exactamente lo contrario: doctrinas, declaraciones, testimonios que se oponen frontalmente a las fantasías reencarnacionistas”., Cf. “La Reencarnación”, Lic.Boaventura Kloppenburg, Pág., 136,#5,  Ediciones Paulinas, 1983.

“Teoría nefasta, vosotros creéis que puedan revestir, en series ascendentes, vuestro espíritu encarnado y desencarnado, para después volverse a encarnar, como un traje que se deja por la noche y se vuelve a poner por la mañana. Y, ¿cómo es posible llamar bienaventurados a los seres reencarnados? Y, ¿cómo podéis considerar vuestros a los seres queridos y difuntos si ya en aquel instante ellos son hijos de otros? ¡Eso no! El Espíritu vive. Fue creado indestructible. Vive en la vida, si vivió ( espiritualmente) en la tierra, en la única vida que os ha concedido Dios, y como buen hijo de Dios. Vive en la muerte, si en la tierra vivió como hijo de Satanás. ¡Lo de Dios vuelve a Dios para siempre! ¡Lo de Satanás vuelve a Satanás para siempre!”., “La Reencarnación”, María Valtorta, Jesús Nuestro Señor a María Valtorta ( 07.01.44), Pág. 11, 12 y 26.

Todas las experimentaciones sicológicas y sesiones espirististas  que han sido realizadas hasta ahora y que con tanto gusto han recordado los reencarnacionistas, han carecido y carecen enteramente de valor. No resisten ningún examen crítico riguroso.

“Llega la hora en que todos los que estén en los sepulcros oirán su voz  y los que hayan hecho el bien, resucitarán para la vida, y los que hayan hecho el mal, para la condenación”., Cf. San Juan 5: 28-29.

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Lo que dice la Santa Iglesia Católica del demonio

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San Pedro, Primer Papa de la Iglesia ( 30 – 69 ):

“Sean prudentes y manténganse despiertos, porque su enemigo el diablo, como un león rugiente, anda buscando a quien devorar. Resístanle, firmes en la fe, sabiendo que en todas partes del mundo sus hermanos de ustedes están sufriendo las mismas cosas”., Cf. Primera Epístola Suya 5:8-9.

San Ireneo ( 130 - 202):

“La Apostasía del diablo comenzó cuando él tuvo envidia de la creación del hombre y trató de hacer que se rebelaran contra su creador los demás Angeles”., Cf. Ad. Hert., IV-XXIV.

San Gregorio Nacianceno ( 328 – 389 ):

“Debes creer que no existe una esencia del mal, ni un reino del mal sin principio o subsistente por sí mismo o creado por Dios, sino que el diablo, criatura de Dios, buena y luminosa en un principio, no se mantuvo en la verdad, y se rebeló contra el Señor. Por tanto, el mal no estaba en su naturaleza, sino en un acto libre y contigente de su voluntad”., Cf. Al Neófito.

San Juan Crisóstomo ( 345 – 407 ):

“No se le llama demonio por razón de su naturaleza, sino, por su corrupción, ya que en su principio no fue diablo sino Ángel”., Cf. Horus II, 1.

San Agustín ( 354-430 ):

“Para que veáis que no existen cuatro ciudades, dos de ángeles y dos humanas, sino únicamente dos, a saber, la que está constituida por los hombres y ángeles buenos y la que esta formada por los hombres y ángeles malos”., Cf. De Civ. Dei 12, 1,1: PL. 41, 347-355.

“Los demonios tienen ciencia, pero sin caridad”., Cf. De Civ, Dei 9, 20: PL., 41-273.

“El que aborrece a su hermano está en tinieblas” ( 1 Io. 2, 11 ). Esas son las tinieblas en el que el demonio y sus ángeles cayeron por Soberbia. Ellos y el diablo se separaron de la luz y del calor, y, queriendo subir con soberbia y envidia, están ahora envueltos en dureza de Hielo”., Cf. Ep. 140, 22: PL. 33, 561.

“Si alguno dice que el diablo no fue primero un ángel bueno hecho por Dios, y que su naturaleza no fue obra de Dios, sino que dice que emergió de las tinieblas y que no tiene autor alguno de sí, sino que el mismo es el principio y la sustancia del mal, como dijeron Maniqueo y Prisciliano, se Anatema”., Cf. Concilio de Braga, 561 D. de Jc. Denzinger 237.

“Creemos que el diablo se hizo malo no por naturaleza, sino por Albedrío”., Cf. IV Concilio de Letrán, 1215 D. de Jc.

Santa Catalina de Siena  ( 1347 – 1380 ):

“El demonio en su malicia, viendo al hombre ciego por amor egoísta y de los sentidos, le pone delante de los ojos muchos pecados que puede cometer, tan numerosos como variados, todos con color de alguna ventaja o de algún bien. A cada uno los propone, según su estado, según los vicios principales a los que le ve más inclinado”., Cf. El Diálogo del Padre Dios, con Santa Catalina de Siena, Capítulo XIV, Pág., 90.

Papa Adriano VI ( 1522 – 1523):

“El Rosario, es el azote del demonio”., Cf. “Los Papas y el Rosario”, Pág., 405, 1964.

Concilio Vaticano I ( 1870):

“Dios, eterno, inmenso, inconmutable, incomprensible e inefable…Creador de todas las cosas, de las visibles y de las invisibles, espirituales y corporales; que por su omnipotente virtud a la vez desde el principio del tiempo creó de la nada a una y otra criatura, la espiritual y la corporal es decir, la angélica y la mundana o después la humana, como común, compuesta de espíritu y de cuerpo. Porque el diablo y demás demonios, por Dios ciertamente fueron creados buenos por naturaleza; mas ellos, por sí mismos, se hicieron malos. El hombre, empero, pecó por sugestión del diablo”.

Papa León XIII ( 1878 – 1903):

El 13 de Octubre de 1884, el Papa León XIII, experimento una revelación celestial horrible. Después de oficiar la Eucaristía, estaba consultando sobre ciertos temas con sus Cardenales en la Capilla privada de la Santa Sede, cuando de pronto se detuvo al pie del altar y quedo en arrobamiento. Su rostro tenia expresión de incertidumbre. Se fue palideciendo. Lo siguieron y le preguntaron:

-¿Qué le sucede su Santidad? ¿Se siente mal? Él respondió: “¡Oh, que imágenes tan dantescas , se me han permitido ver y escuchar!”, y se encerró en su oficina y después de media hora llamó al Secretario para la Congregación de ritos. Le entrego una hoja de papel que contenia una preciosa oración a San Miguel Arcangel y le ordeno que la enviara a todos los señores obispos del mundo, indicando que bajo mandato pontíficio, tenia que ser recitada después de cada Santa Misa. Lástimosamente hoy en día, poco se recita?

“Vi demonios y oí sus crujidos, sus blasfemias, sus burlas. Oí la espeluznante voz de Satanás desafiando a Dios, diciendo que el podía destruir a su Iglesia y llevar a toda la humanidad al infierno, si se le daba suficiente tiempo y poder. Pidió permiso de tener un siglo ( ¿el XX? ¿el XXI? ¿de 1914 al 2014?, etc.) para él y asi poder influenciar con todas sus fuerzas infernales a todo el planeta, como nunca lo había logrado conseguir en la historia misma del hombre”.

Concilio Vaticano II ( 1959 - 1965 ):

“El Señor vino en persona para liberar y vigorizar al hombre, renovándole interiormente y expulsando al príncipe de este mundo ( cf. Io 12:31), que le retenía en la esclavitud del pecado”., Cf. Constitución ‘Gaudium et Spes’, # 13, El Pecado, Pág., 208.

Papa Pablo VI ( 1963- 1978):

“A través de alguna grieta, ha entrado el Humo de Satanás en el Templo de Dios…¿Cómo ha ocurrido esto? Ha habido un perverso: El Demonio”., Cf. Catequesis del 29 de Junio de 1972.

Puebla ( 1979 ):

“Esta misma  salvación, centro de la Buena Nueva, ‘es liberación de lo que oprime al hombre, pero, sobre todo liberación del pecado y del maligno, dentro de la alegría de conocer a Dios y de ser conocido por El, de verlo y de entregarse a Él”., Cf. Articulo # 354, Pág., 116, EN 9.

Catecismo de la Iglesia Católica ( 1992 ):

“El poder de Satán no es infinito. No es más que una criatura, poderosa por el hecho de ser espíritu puro, pero siempre criatura: no puede impedir la edificación del Reino de Dios. El que Dios permita la actividad diabólica es un gran misterio, pero ‘nosotros sabemos que en todas las cosas interviene Dios para bien de los que le aman ( Epístola a los Romanos 8:28)”., Cf. Articulo de Fe, Extractos, # 395, Pág., 93.

“Hay idolatría desde el momento en que el hombre honra y reverencia a una criatura en lugar de Dios. Trátese de dioses o de demonios ( por ejemplo, el satanismo), de poder, de placer, de la raza, de los antepasados, del Estado, del dinero, etc”., Cf. Articulo de Fe, Extracto, # 2113, Pág., 469-470.

Papa Juan Pablo II ( 1978 – 2005 ):

Juan Pablo en sus catequesis del 5 de Diciembre de 1984 y del 7 de Diciembre de 1986 clara y directamente habló de la existencia de los ángeles, sobre su caída, misión y su naturaleza, sobre el pecado y la acción de Satanás y la victoria del Señor Jesucristo sobre los demonios.

“Estos textos nos ayudan a comprender la naturaleza y la dimensión del pecado de Satanás, consistente en el rechazo de la verdad sobre Dios, conocido a la luz de la inteligencia y de la revelación como bien infinito, amor, y santidad subsistente. El pecado ha sido tanto más grande cuanto mayor era la perfección espiritual y la perspicacia cognoscitiva del entendimiento angélico, cuanto mayor era su libertad y su cercanía a Dios”., Cf. Con sus palabras del 13 de Agosto de 1986.

                                                                                                             ALGO MÁS
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“Lo mejor es agarrar bien esto sin soltar de la mano aquello”., Cf. Eclesiastés 7:18.

“Cuando me hablabas, yo devoraba tus palabras; y ellas eran la dicha y la alegría de mi Corazón, porque yo te pertenezco, Señor y Dios Todopoderoso”., Cf. Jeremías 15:16.

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                              “Que el Señor Jesucristo derrame su gracia sobre ustedes”., Cfr. 1 Corintios 16:23. Amén.



..                                                             CONCLUSIÓN FINAL

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“Aunque no entendáis los secretos de la Escritura, con todo, la simple lectura de ella causa en nosotros una cierta santidad; porque no puede ser que dejéis de entender algo de lo que leáis. Porque a la verdad, por esto dispuso la gracia del Espíritu Santo que estas Escrituras fuesen compuestas por publicanos, pescadores, artífices de tiendas de campaña, pastores, cabreros, torpes e ignorantes, para que ningún iletrado pueda alegar por excusa la dificultad de comprenderlas, y a fin de que todos entiendan fácilmente lo que en ellas se contiene”., Cfr. San Juan Crisóstomo, Homilías, ( 344 – 407 ).
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“Lo primero que se ha de enseñar siempre es la Palabra de Dios, con toda su pureza, con toda su integridad, con todas sus exigencias y su poder”., Cfr. Juan Pablo II, Marzo de 1979.
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“La Santa Biblia si la lees te haces sabio. Si la crees te haces salvo. Si la practicas te haces santo”., Cfr. Pbro. Eliecer Salesman, Curso Bíblico Popular, Pág., 8b. ( 1980 ).
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“¡Queridos hijos! Pongan la Sagrada Escritura en un lugar visible en su familia y léanla. Así conocerán la oración con el corazón y sus pensamientos estarán en Dios. No olviden que son pasajeros como una flor de campo, que se ve de lejos, pero desaparece en un instante. Hijitos, dondequiera que vayan, dejen un signo de bondad y amor, y Dios los bendecirá con la abundancia de su bendición. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!”., Cfr. Mensaje de Nuestra Señora el 25 de Enero de 2007. Below is the Latest Official Spanish Translation as Provided by the Information Center in Medjugorje.

“¡Gracias a Dios, porque nos ha hecho un regalo tan grande que no tenemos palabras para expresarlo!”., Cf. 2 Corintios 9:15.

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